China comenzó este pasado jueves una serie de ejercicios militares de gran envergadura en torno a Taiwán en una demostración de fuerza sin precedentes que eleva la tensión en la región.
La agencia de noticias estatal china Xinhua explicó las razones de dichos ejercicios recogiendo las declaraciones del portavoz militar, el coronel Li Xi, quien afirmó “que los ejercicios conjuntos en los que participaron el ejército, la marina, la fuerza aérea y la fuerza de cohetes eran un ‘fuerte castigo por los actos separatistas de las fuerzas de la independencia de Taiwán y una severa advertencia contra la interferencia y provocación de fuerzas externas".
Las maniobras y demostración de fuerza, rodeando la isla, cuyo nombre en código es Joint Sword-2024A, se han producido tres días después de que el nuevo presidente de Taiwán, William Lai Ching-te, prestara juramento y pidiera a Beijing que detuviera su “intimidación” de la isla, que China considera como parte propia.
Si nos fijamos en el código de las maniobras Joint Sword 2024-A, el sufijo 'A' sugiere que puede haber futuras maniobras B, C, etc. como un aviso de Beijing a Taiwán inmediatamente después de la toma de posesión presidencial de Lai y como una amenaza en función de sus políticas, avisando de que esta es simplemente una muestra pero el verdadero 'castigo' aún está por llegar.
China ha intensificado su presencia militar en la zona desde que Tsai Ing-wen, predecesora de Lai y también miembro del Partido Democrático Progresista (PPD), fue elegida para su primer mandato como presidenta en 2016. Y lo hizo incrementando estas acciones agresivas en función de las reuniones de políticos de Taiwán con sus homólogos de Estados Unidos, un aliado clave de Taiwán, y llevando a cabo una serie de ejercicios de guerra sin precedentes después de que la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, visitara la isla en agosto de 2022.
Joint Sword 2024A implica el “patrullaje de buques y aviones acercándose a zonas alrededor de la isla y operaciones integradas dentro y fuera de la primera cadena de islas para poner a prueba las capacidades conjuntas de combate real”, lo que implica que los ejercicios tienen lugar en el Pacífico Occidental. Buques de la Guardia Costera china han entrado por primera vez en aguas taiwanesas alrededor de Wuqiu y Dongyin.
El Ministerio de Defensa de Taiwán detectó 49 aviones del Ejército Popular de Liberación operando alrededor de la isla, de los cuales 35 han penetrado en su zona de identificación de defensa aérea. Esto representa la mayor incursión de este año y desde octubre de 2023 y, según expertos occidentales, no en número pero si en proximidad, son de mayor peligro que las maniobras rusas antes de invadir Ucrania.
En respuesta, el Ministerio de Defensa de Taiwán dijo que había puesto a su ejército en "alerta máxima" y describió las maniobras como "provocaciones y acciones irracionales que alteran la paz y la estabilidad regionales".
Tras el inicio de los ejercicios, Lai dijo que continuaría defendiendo los valores de libertad y democracia de Taiwán frente a los desafíos y amenazas "externos", y añadió que, como comandante en jefe de las fuerzas armadas, era su “responsabilidad proteger el país”. Por su parte, Beijing ve a Lai como un “ alborotador ” y un “separatista” y no ha descartado el uso de la fuerza para lograr su objetivo de unificación.
El ejercicio cerca de Taiwán sugiere que responde a una estrategia de bloqueo contra la isla autónoma, dicen los analistas, quienes sostienen que sería preferible a un conflicto armado directo.
Según estos analistas, acciones militares de baja intensidad, como una estrategia de bloqueo, podrían reducir la posibilidad de una intervención de Washington, que está sujeto a su Ley de Relaciones con Taiwán de 1979 , y podrían reforzar el control de la situación por parte de Beijing.
“Una invasión directa de Taiwán es muy arriesgada, incluso teniendo en cuenta los esfuerzos de modernización del EPL durante las últimas dos décadas. Taiwán está aumentando sus capacidades de defensa y una invasión plantea la posibilidad de una intervención estadounidense. Por el contrario, un bloqueo es una operación mucho más difícil de responder para Taiwán y Estados Unidos, lo que lo hace atractivo para Beijing”, afirman.
Ahora, en esta situación de máxima alerta en la zona la pregunta es si realmente un bloqueo puede ser una acción menos arriesgada y que precipite la actuación de China.