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Un jurado delibera si un menor se suicidó por el acoso virtual del procesado, casi 40 años mayor que él

El joven se quitó la vida tras ser objeto de siete horas de acoso y hostigamiento por parte del acusado. "Vas a llorar lágrimas de sangre", decía uno de sus mensajes.

Silvia

Redactora especializada en Seguridad y Tecnología.

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Un jurado delibera si el suicidio de un menor estuvo motivado por los mensajes de acoso y hostigamiento que recibió por parte de un hombre casi 40 años mayor que él (Foto de Joshua Hoehne en Unsplash)
Un jurado delibera si el suicidio de un menor estuvo motivado por los mensajes de acoso y hostigamiento que recibió por parte de un hombre casi 40 años mayor que él (Foto de Joshua Hoehne en Unsplash)

El 1 de diciembre de 2016 Iván, un joven de 17 años natural de Vila-real, se quitó la vida arrojándose al vacío del piso donde vivía con sus padres. En un principio, su suicidio no parecía tener ninguna justificación pero ocho meses después se produjo el volcado del contenido de su teléfono móvil y el caso dio un giro al descubrirse unos mensajes que podrían haber impulsado al menor a tomar esta fatal y desgraciada decisión.

El autor de estos mensajes es Vicente Paradís, un hombre de 62 años, casi 40 años más de los que tenía Iván, que estos últimos días ha sido juzgado en la Audiencia de Castellón acusado de un delito de homicidio. Aunque nunca se conocieron personalmente, entablaron relación a través de una página de contactos. Al parecer, Iván no tardó en arrepentirse y dejó de contestarle y a partir de ese momento comenzó a ser objeto de siete horas de acoso y hostigamiento por parte de Paradís, que tiene antecedentes por un delito de abuso sexual cometido en 2004 y le envió mensajes como estos según recoge El País:

"Te voy a enseñar a no hacer perder el tiempo", "te voy a enseñar a no fastidiar", "voy a por ti", "lo sentirás porque mañana por la mañana esto estará en manos de mi abogado", "te juro que te vas a comer un buen marrón", "voy a arruinar a tus padres por tu culpa",…

Tal y como informa el citado medio, en tan solo tres horas Paradís le envió hasta 119 mensajes. Iván respondió a algunos de ellos, con mensajes como "No lo volveré a hacer", "Por favor, no lo hagas", "haré lo que quieras", e incluso advirtiéndole que se quitaría la vida, algo que mencionó hasta en 11 ocasiones. Pero el procesado no se detuvo y le contestó con frases como estas: "Si te suicidas les dejarás el marrón a tus papás", "vas a llorar lágrimas de sangre delante de los jueces y de tus padres", "¿Quieres saltar ahora?", "tú te metiste en este problema y lo vas a pagar", "tengo toda la conversación y la voy a publicar con tu número de teléfono", "eres menor, mejor para mí, por meterte en una página de mayores", "si eres menor, tengo las de ganar", "haber visto Bob Esponja y no esto", "ahora me río yo", "atente a las consecuencias", "ahora te empieza a ti el malestar", "menudo escándalo te voy a liar", "pobre de ti, la que te va a caer encima" o "ya te tienen rastreado, un besazo colega".

Incluso después de que Iván se suicidara, el acusado siguió enviándole mensajes similares y fotos, simulando haberlo denunciado en la Ciudad de la Justicia de Valencia, apunta el diario.

La acusación culpa a Paradís de homicidio

Siguiendo la información de El País, la acusación se centra en una doctrina denominada de "imputación objetiva" que el Tribunal Supremo explica de la siguiente manera: "… si la víctima no se hubiera encontrado en la situación creada por el autor, no se hubiera producido el resultado que finalmente tuvo lugar".

En caso de que el jurado popular encargado del caso, seis hombres y tres mujeres, considere que no se le puede considerar culpable de homicidio, pide que sea declarado autor de un homicidio imprudente, "el que por imprudencia grave causare la muerte de otro".

Para el fiscal no hay dudas, la "situación de permanente hostigamiento y chantaje emocional provocó que el menor se suicidara arrojándose al vacío en el patio interior del edificio de su domicilio". Además, la acusación alega que Paradís no solo ejerció una "influencia vital" en la muerte de Iván, sino que lo hizo con un abuso de superioridad siendo esta una circunstancia considerada agravante.

Además, la última persona que habló con Iván fue su prima, que ha testificado en el juicio y ha contado que una hora antes del suicidio Iván le dijo que había "un tío" que lo estaba amenazando, pero no quiso darle más detalles.

La defensa niega los mensajes y pide la absolución

Por otra parte, El País señala que la defensa solicita la absolución del procesado afirmado que él "no mató al menor, el menor se suicidó" y pidiendo al jurado que valore dos posibilidades: que Paladís no envió los mensajes, para lo que sostiene que hubo fallos en la custodia del teléfono; y que el dispositivo fue manipulado.

Ambas opciones fueron rebatidas por la letrada, que expuso un informe de una psicóloga en la que el acusado "no solo admitió ser autor de la conversación, sino que se arrepintió de haberla tenido" y durante los ocho meses que el teléfono estuvo en comisaría estuvo vigilado.

Con todas estas pruebas y testimonios, el jurado popular se reúne desde este miércoles para deliberar.