Mark Zuckerberg se construye un enorme complejo secreto en Hawái

Se estima que el proyecto tiene un precio de más de 246 millones de euros, incluye varias mansiones y hasta un búnker subterráneo.

Anahí Di Santo.

Periodista.

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Mark Zuckerberg, fundador y presidente de Meta, la empresa matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp.
Mark Zuckerberg, fundador y presidente de Meta, la empresa matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp.

Un enorme muro de piedra de casi dos metros de altura rodea la propiedad de 570 hectáreas ubicada en la isla Kauai, la más antigua del archipiélago de Hawái, perteneciente a los Estados Unidos. Allí, el CEO de Meta, Mark Zuckerberg planea construir un gran complejo de lujo con varios edificios, canchas deportivas, casas de huéspedes, un pueblo entero y hasta un refugio subterráneo.

Así lo ha revelado la revista Wired a través de una profunda investigación en la que ha tenido acceso a registros públicos, a documentos judiciales y ha entrevistado a muchos lugareños. Sin embargo, estrictas cláusulas de privacidad que debe firmar todo el personal empleado para la construcción y seguridad del terreno lo vuelven un proyecto prácticamente secreto. Y varios testimonios aseguran que los trabajadores que publicaron alguna información sobre la construcción en redes sociales fueron despedidos.

Un túnel subterráneo unirá las dos mansiones centrales y habrá un refugio subterráneo con espacio habitable y la puerta se construirá en metal y se rellenará con hormigón, lo que sugiere que será resistente a explosiones, como los búnkeres y refugios antiaéreos.

Los primeros terrenos de la propiedad, conocida como Koolau Ranch, fueron adquiridos por Zuckerberg en el año 2014. Según la investigación, el proyecto contempla construir más de una docena de edificios con al menos 30 dormitorios y 30 baños en total. El centro del complejo serán dos mansiones con ascensores, oficinas, salas de conferencias y cocina de tamaño industrial. Ha trascendido, además, que las puertas funcionarán con teclado, algunas incluso insonorizadas, y también habrá “puertas ciegas”, que imitan el diseño de las paredes para pasar desapercibidas.

Además, los documentos de planificación indican que se realizará un refugio subterráneo de más de 460 metros cuadrados y la propiedad tendrá sus propios suministros de energía y un tanque de agua de 16 metros de diámetro y cinco metros de altura, junto con un sistema de bombeo. También se contempla el autoabastecimiento de alimentos, gracias a la producción ganadera y agrícola que ya está funcionando dentro del terreno.

En los alrededores, caracterizados por ser una zona boscosa, habrá una red de 11 casas en los árboles en forma de disco, que estarán conectadas por puentes de cuerda, lo que permitirá a los visitantes cruzar de un edificio a otro mientras permanecen entre las copas de los árboles. También habrá gimnasio, piscinas, sauna, hidromasajes y cancha de tenis.

Las dos mansiones centrales estarán unidas por un túnel que se ramifica en un refugio subterráneo con espacio habitable, una sala de máquinas y una escotilla de escape a la que se puede acceder a través de una escalera, y la puerta se construirá en metal y se rellenará con hormigón, lo que sugiere que será resistente a explosiones, como los búnkeres y refugios antiaéreos.

La familia de un trabajador que murió en el complejo de Zuckerberg acusa a una de sus empresas por homicidio culposo. Y extrañas maniobras ensombrecen la adquisición de las tierras, mediante las que los nativos han sido presionados con demandas para vender sus propiedades.

Zuckerberg ya ha organizado dos eventos corporativos en su complejo, y Brandi Hoffine Barr, portavoz del creador de Facebook y de su esposa Priscilla Chan, ha declarado a Wired que la pareja “valora el tiempo que su familia pasa en Koolau Ranch y en la comunidad local y están comprometidos a preservar la belleza natural del rancho. Bajo su cuidado, menos del uno por ciento de la tierra total se desarrolla y la gran mayoría se dedica a la agricultura, la ganadería, la conservación, los espacios abiertos y la preservación de la vida silvestre", afirmó el vocero. Pero se ha negado a responder detalles sobre la construcción y las polémicas alrededor del complejo, que ya son varias.

Una de ellas tiene que ver con la muerte de un trabajador en 2019. Un guardia de seguridad llamado Rodney Medeiros, de 70 años, falleció de un paro cardíaco al finalizar un turno de 12 horas. A causa de las lluvias, el vehículo que siempre lo trasladaba hasta la puerta del complejo no pudo llegar, y Medeiros caminó por un sendero empinado para llegar a la salida. A mitad del camino sufrió un ataque al corazón y murió más tarde en un hospital.

No había comentado detalles del trabajo a su familia por la cláusula de privacidad que le hicieron firmar, y sus hijos no pudieron saber nada sobre el contexto de su muerte hasta una semana después de lo sucedido porque ninguno de los trabajadores tenía permitido hablar. Actualmente hay un litigio en curso en el que la familia de la víctima demanda a una de las empresas de Zuckerberg (LLC, sociedad de responsabilidad limitada) por homicidio culposo.

También ha habido extrañas maniobras para la adquisición de los terrenos, que pertenecían a descendientes ancestrales de la isla. A través de unas diez LLC ficticias (cuya estructura corporativa que protege a sus propietarios de la responsabilidad), Zuckerberg presentó demandas para presionar a algunos de los terratenientes locales que tenían derechos kuleana sobre una docena de pequeñas parcelas de tierra dentro de su rancho para que las vendieran. Una antigua normativa local, conocida como Ley Kuleana, indicaba que familias nativas tenían derecho a vivir en las tierras que pertenecieron a sus antepasados sin escrituras formales, antes de que estas pasaran a ser propiedad del multimillonario. En 2019, en una subasta de tierras, un profesor universitario jubilado que tenía el apoyo de Zuckerberg, pagó 1.95 millones de euros por los terrenos en disputa y se cree que el magnate respaldó financieramente esa operación.

Zuckerberg no es el único. Cada vez más, los ricos de Estados Unidos buscan un refugio para alejarse de la gran ciudad, y hay quien especula con que el sitio se convertirá en una especie de búnker postapocalíptico en caso de colapso de la civilización. Esto hace que las propiedades aumenten de valor, y los lugareños ya no puedan pagarlas.

“Las personas que nacieron y crecieron aquí no pueden darse el lujo de vivir aquí”, dijo a Wired Laurel Brier, una ex consejera vocacional que vive al sur del complejo de Zuckerberg. “Y tenemos toda esta nueva economía que básicamente está sirviendo a los caprichos de los ricos. No sé qué tan estables son ese tipo de trabajos”, reflexionó, en referencia a la creciente industria de la construcción centrada en casas de lujo para los habitantes del continente que buscan mudarse al paraíso.