La digitalización se ha convertido en una pieza clave para el crecimiento y la rentabilidad de las empresas, ya que mejora la productividad, acelera las operaciones comerciales y permite que la comunicación empresarial sea más rápida. Banco Santander, a través de su portal Impulsa Empresa, repasa las principales características del llamado cloud computing, una tecnología que potencia la eficiencia operativa y que consiste en la oferta de servicios informáticos y de software a través de Internet mediante un modelo multilocal y de pago por uso. Es decir, es el uso de una red de servidores remotos conectados a internet para almacenar, administrar y procesar bases de datos, redes y software.
El cloud computing evita que las empresas tengan que encargarse de aprovisionar, configurar o gestionar los recursos y permite que paguen únicamente por los que usen. Un ejemplo es el correo electrónico. Años atrás, para poner en marcha un servicio de email interno, una compañía necesitaba de un departamento informático y equipamiento costoso, mientras que hoy solo tiene que contratar los servicios de un proveedor online que le ofrecerá un paquete adaptado: aplicación de correo, servicio de incidencias, limpieza de spam, etc., y sin instalar nada adicional en los equipos ni servidores propios.
Entre las principales características, Banco Santander destaca mayor eficiencia en el gasto, pues el cliente paga al proveedor de servicios solo por lo que consume, prescindiendo además de costosos equipos de IT propios; y permite aumentar o reducir la cantidad de recursos y servicios recibidos en función de sus necesidades, incrementando o minimizando los costes según lo requiera.
Además, cuenta con actualizaciones inmediatas porque la puesta en marcha de las nuevas versiones de los programas y las aplicaciones se realiza de forma automática. También ofrece multiacceso y flexibilidad, ya que las aplicaciones y servicios son accesibles desde cualquier dispositivo con conexión a Internet, potenciando la productividad y la capacidad de reacción de la plantilla.
Otras de las ventajas de esta tecnología son la protección de datos, puesto que ante cualquier incidente la información siempre estará almacenada en la nube y, además, la seguridad es más sólida que la de los centros de datos de las empresas; la adaptabilidad, al permitir al cliente modular la intensidad, frecuencia y cantidad de los servicios recibidos dentro de una amplia oferta a su elección; y el valor estratégico, pues los proveedores de servicios en la nube están al tanto de las últimas innovaciones y las ofrecen a los clientes como servicios, que se traducen en más ventajas competitivas.
El banco también explica los distintos tipos de cloud computing:
- Nube privada, mantenida por una sola entidad que gestiona un conjunto de servidores y sin punto de entrada público. También conocidas como nubes internas o corporativas, que dan acceso a las aplicaciones a un grupo de usuarios concreto.
- Nube pública, donde el proveedor externo ofrece servicios informáticos a través de la red pública, disponibles para todos aquellos que deseen contratarlos. Son por ejemplo servicios como Google Cloud, Microsoft Azure, Amazon Web Services, entre otros.
- Nube híbrida, cuando los programas o servicios operativos son almacenados en un entorno mixto.
- Nube comunitaria, donde diferentes organizaciones unifican sus servicios en la nube para resolver un problema o incidencia concreto.
Además, según las necesidades de la empresa se ofrecen diferentes tipos de servicio en red: Infraestructura como servicio (IaaS), Plataforma como servicio (PaaS), o Software como servicio (SaaS).
Medidas de seguridad
En los últimos años ha crecido el uso de los servicios profesionales de cloud computing, especialmente por el impacto de la pandemia y la irrupción del trabajo en remoto. Los expertos en la materia recomiendan no descuidar las medidas de ciberseguridad en las empresas, pues si bien los riesgos son relativamente bajos, los proveedores de servicios en red también son vulnerables a ciberataques e invasiones de malware, por lo que es conveniente revisar las políticas de protección de la empresa que se contrate.
Santander cuenta con un apartado especial dentro de su portal Impulsa Empresa con información relevante sobre nuevas modalidades de delitos en la red, consejos para proteger los activos digitales y explicación de la terminología sobre la cuál suelen surgir dudas. La entidad recomienda a los negocios tener una política clara de ciberseguridad, invertir en formación y concienciación de todos los equipos de empleados, proteger los accesos y tener siempre copias de seguridad. Para ayudar a las pequeñas y medianas empresas, ofrece Cyber Guardian, una solución desarrollada junto a Factum para que las pymes puedan defenderse de las amenazas del mundo digital y fortalecer la protección de su negocio como lo hacen las grandes corporaciones, con soluciones punteras y servicios innovadores.
