El mundo digital: alternativa y amenaza en las geografías más afectadas por el cambio climático

Tuvalu y Vanuatu son dos países insulares de Oceanía con características similares que atraviesan actualmente experiencias muy distintas de la mano de Internet. ¿Salvación o peligro? Las dos caras de una moneda.

Anahí Di Santo.

Periodista.

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Isla de Vanuatu
Isla de Vanuatu

Las islas del Pacífico sur son un paraíso de ensueños azules y turquesas que cualquier persona amante de las playas y la tranquilidad podría desear. Sin embargo, este paisaje volcánico de temperaturas cálidas corre el riesgo de convertirse en un infierno para quienes viven allí. Los efectos del calentamiento global provocan una crisis que se vive a día de hoy: tormentas, ciclones, terremotos, erupciones de volcanes, aumento del nivel del mar, erosión de las costas e islas que ya están desapareciendo.

Frente a esta angustiante situación, desde Tuvalu, un país que forma parte de la Polinesia y está ubicado a unos 4.000 km de Hawaii y de Australia, cerca de las islas Fiyi, se ha conocido una impactante noticia. Durante la 27° Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, el ministro de Justicia, Comunicación y Asuntos Exteriores, Simon Kofe, propuso la recreación de Tuvalu en el metaverso, lo que lo podría convertir en el primer país de la historia en existir únicamente en el mundo digital.

El país cuenta con apenas 26 kilómetros cuadrados y casi 12.000 habitantes. Está establecido solo a 5 metros sobre el nivel del mar, por lo cual las inundaciones son constantes y sus autoridades, conscientes de que la isla desaparecerá tarde o temprano, buscan inmortalizarlo en el entorno digital. Es una acción desesperada. A medida que nuestras tierras desaparecen, no nos queda más remedio que convertirnos en la primera nación digital del mundo, expresó Kofe, quien dio su discurso en una playa, rodeado de agua, para mostrar que parte del terreno de Tuvalu ya es inhabitable por el avance del mar sobre las costas.

El ambicioso plan consiste en replicar cada isla, edificio, monumento o cualquier otro detalle en el metaverso. De esta manera, la nación trascenderá el plano físico y dará un mensaje de concientización al resto del planeta. “Nuestro océano, nuestra tierra y nuestra cultura son los bienes más preciados de nuestro pueblo y para mantenerlos seguros de cualquier daño, sin importar lo que ocurra en el mundo físico, los mudaremos a la nube. Recrearemos digitalmente cada parte de nuestro país para darle consuelo a la gente y recordar a nuestros hijos y nietos lo que alguna vez fue nuestro hogar”, señaló el Ministro.

Kofe expresó además la esperanza de que el Estado siga funcionando y sea reconocido internacionalmente aún en el espacio virtual, algo que todavía no está regulado por el derecho internacional.

Vanuatu, nueva víctima del colapso cibernético

Cerca de allí, Vanuatu, otra nación insular del Pacífico Sur, también padece los mismos avatares climáticos. El archipiélago se encuentra a casi 2.000 km al este de Australia, está conformado por 83 islas volcánicas y habitado por unas 300.000 personas. Según estudios científicos, el nivel del mar en el Pacífico aumentará entre 25 y 58 centímetros para mediados de siglo. Esa es una perspectiva devastadora para esta nación que posee gran parte de sus islas prácticamente despobladas y más del 60% de la población en peligro por vivir muy cerca de las costas.

Ante la amenaza de que el aumento del nivel de los océanos haga desaparecer el país, el gobierno está elaborando planes urgentes para reubicar docenas de aldeas y miles de habitantes que se ven amenazados.

Ralph Regenvanu, ministro de cambio climático, declaró que “el mayor desafío en este momento en Vanuatu es mantener seguras a nuestras poblaciones. Así que tenemos que involucrarnos ahora en trasladar las ciudades y construir una infraestructura resiliente para que nuestra gente esté más segura en los próximos años". "Va a ser un gran desafío y una gran tragedia para muchas personas que tendrían que dejar su tierra ancestral para mudarse a otros lugares, pero esa es la realidad", reflexionó Regenvanu.

En un notable contraste con la alternativa que implementará Tuvaru, y sumado al aislamiento natural que genera la geografía, Vanuatu sufrió un ciberataque que ha provocado la desconexión casi completa del país. Un día después de la asunción del flamante primer ministro Alatoi Ishmael Kalsakau, todos los sistemas se vieron comprometidos y a más de un mes de la infiltración solo han podido recuperar un 70% de los servicios gubernamentales.

La normalidad del país oceánico se ha visto completamente afectada: las comunicaciones, las funciones y servicios estatales, el pago de salarios, de impuestos, las conexiones con los servicios de emergencia, los permisos de trabajo, residencia o construcción, se paralizaron.

Australia ha cooperado en la investigación, y Vanuatu está recuperando poco a poco el acceso a internet. Algunas fuentes indican que los piratas informáticos pidieron un rescate, pero el Gobierno se negó o no pudo pagarlo.                                            

Los efectos del cambio climático ya no son un problema del futuro, están sucediendo y requieren acciones urgentes. En este marco, resulta por lo menos curioso cómo el mundo digital puede aparecer como una salida y una manera de preservar el patrimonio de un país, mientras que, las mismas herramientas desde el anonimato de Internet, le posibilitan a un grupo de ciberdelincuentes atacar naciones en contextos muy adversos y dejarlas en una situación de vulnerabilidad propia del siglo pasado.