Las cinco tendencias en construcción sostenible que marcarán 2023

Un informe recoge cuáles serán las principales tendencias en construcción sostenible a lo largo de los próximos doce meses.

Gonzalo Díaz Bonet.

Especialista en Tecnología y Sostenibilidad.

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La preocupación pública por el cambio climático ha alcanzado un máximo histórico, y según una encuesta de GlobeScan realizada en 17 países, en la que el 65 % de los encuestados califican la situación de ‘muy grave’, hasta el punto de que 4 de cada 10 participantes en una encuesta de 2022 realizada en 31 países citan el cambio climático como un factor disuasorio para tener hijos.

La sostenibilidad se ha convertido en una de las principales preocupaciones sociales y, en consecuencia, en uno de los objetivos claves de la actividad inmobiliaria. No en vano, la construcción de edificios debe responder siempre a las necesidades humanas individuales y colectivas. 

Prueba de ello son las acciones de diseño y edificación orientadas a optimizar los recursos empleados, disminuir el consumo energético, reducir la emisión de gases de efecto invernadero y, en definitiva, minimizar el impacto ambiental. Un informe elaborado por Grupo Colonial recoge cuáles serán las principales tendencias en construcción sostenible a lo largo de los próximos doce meses.

1. Cristaleras más grandes

La apertura al mundo exterior y el contacto constante con la luz natural son puntos que afectan muy positivamente al bienestar individual. Además, el uso de las macrocristaleras también tiene un impacto directo en la sostenibilidad de los edificios: la luz solar reduce el consumo de la luz artificial y también de la calefacción, puesto que su radiación eleva la temperatura de los espacios interiores. De ahí que sea una estrategia de construcción y de diseño cada vez más valorada y utilizada.

2. Más vegetación para absorber el CO2

La presencia de plantas en los espacios profesionales posee un efecto tranquilizador que repercute en el rendimiento cognitivo. Pero hay otra razón igualmente importante para la incorporación de árboles y otras variedades de plantas a los espacios interiores y exteriores de los edificios: son seres que capturan el dióxido de carbono presente en el ambiente para, junto con el agua disponible y la luz disponible, generar azúcares para su propia supervivencia y oxígeno que expulsan nuevamente al ambiente. En ese sentido, son aliadas fundamentales en la lucha por reducir el impacto humano sobre el clima del planeta. Eso, sumado a la belleza estética que añaden a los entornos , está provocando un florecimiento de los espacios verdes.

3. Materiales de cercanía

Los últimos años han servido para confirmar una tendencia muy positiva: la recuperación de la madera como material de construcción. Pero la pregunta no es por qué emplearla, sino de dónde obtenerla. A fin de cuentas, la importación de maderas producidas a miles de kilómetros elimina buena parte de la sostenibilidad de las mismas.

En su lugar, la tendencia de 2023 será recurrir a maderas de proximidad, así como cáñamo, escayola o pintura cerámica de cercanía, todos ellos materiales bastante ecológicos a largo plazo.

4. Entornos abiertos y optimización del espacio

Satisfacer las necesidades de habitabilidad y de ocupación de una humanidad en permanente crecimiento sin un impacto excesivamente significativo en los hábitats naturales y en el clima requiere de un sabio aprovechamiento de los espacios disponibles.

Por ello, los espacios abiertos con soluciones de integración y flexibilidad se convertirán pronto en un mecanismo clave de la actividad inmobiliaria. Las oficinas irreversiblemente compartimentadas en salas, de las cuales muchas suelen ser infrautilizadas, darán paso a oficinas de salas muy amplias, conectadas y versátiles. Y el mobiliario modular tendrá mucho que decir a este respecto.

5. Innovación tecnológica: atajo a la eficiencia

Las tecnología puede resolver muchas de las necesidades de sostenibilidad de los edificios. Tecnologías de gestión de las instalaciones como el Building Management System o el uso de bombas de calor nos permiten disminuir o incluso eliminar el consumo de gas natural. La construcción y el diseño ya no se entienden sin el avance técnico.