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España, el segundo país del mundo más interesado en usar IA frente al cambio climático

El uso de IA puede generar reducciones de emisiones de GEI del 5% al 10%, o entre 2,6 y 5,3 gigatoneladas de CO2 si se aplica a nivel mundial.

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España es el segundo país del mundo más interesado en usar inteligencia artificial para combatir el cambio climático. Así lo revela un estudio elaborado por Boston Consulting Group y por IA for the planet, que recopila y analiza la opinión de los directivos sobre el empleo de estas herramientas.

El informe "How AI Can Be a Powerful Tool in the Fight Against Climate Change"  destaca la visión positiva de los directivos españoles respecto al uso de la inteligencia artificial para combatir la emergencia climática. España es, de los 13 países analizados, el segundo en el que los directivos más se plantean utilizar la IA dentro de sus iniciativas de sostenibilidad, muy por encima de otros países europeos como Francia (5 puntos menos) o Alemania (17 puntos menos).

“La decisiva apuesta de la Administración pública y las grandes empresas por posicionar España como un referente en el uso de datos e inteligencia artificial, supone una oportunidad para liderar en Europa el desarrollo de una inteligencia artificial para el planeta“, ha asegurado Llorenç Mitjavila, socio de BCG GAMMA, en declaraciones recogidas por IT User.

Tres maneras de emplear la inteligencia artificial

En el informe se proponen tres diferentes maneras de utilizar la inteligencia artificial para salvaguardar al planeta Tierra. Este objetivo es apoyado por el 87% de los directivos con responsabilidad en sostenibilidad o roles relacionados con inteligencia artificial, que creen que la IA es un activo valioso en la lucha contra el cambio climático.   

  1. Mitigación. Uno de los usos más importantes de la IA es la medición, reducción y eliminación de las emisiones y los efectos de los gases de efecto invernadero (GEI). Más del 60% de directivos considera la reducción y medición de emisiones una aportación de valor para sus organizaciones. Según BCG, el uso de IA puede generar reducciones de emisiones de GEI del 5% al 10%, o entre 2,6 y 5,3 gigatoneladas de CO2 si se aplica a nivel mundial.
  2. Adaptación y Resiliencia. La adaptación al cambio climático es una tarea fundamental para los responsables de formular políticas y para la ciudadanía, ya que aumenta la resiliencia frente a los efectos del cambio climático a largo plazo y frente a los fenómenos meteorológicos extremos. La IA es adecuada para ayudar a estimar los peligros relacionados con el clima, ya sea mejorando las proyecciones a largo plazo de problemáticas asociadas al calentamiento global, como el aumento del nivel del mar o actualizando los sistemas de alerta temprana para fenómenos extremos como huracanes o sequías.
  3. Formación e Investigación. La IA se puede utilizar para respaldar los esfuerzos de investigación y educación sobre el cambio climático, ayudando a todas las partes interesadas a comprender los riesgos y las implicaciones que conlleva y alentándolos a compartir lo que aprenden. Estos esfuerzos realimentan el trabajo en curso hacia la mitigación, la adaptación y la resiliencia.