¿La solución a la crisis de energía está en las olas del mar?

La energía eólica tiene sus detractores por los problemas que genera con las aves, y hasta la solar requiere de componentes contaminantes. Obtener energía del agua del mar es sostenible cien por cien.

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https://youtu.be/YO5wbXLLhPA

Cualquier surfista sabe la tremenda energía que puede generar una ola, pero el problema es cómo aprovecharla para algo más que un deporte acuático. Ya existe un generador de energía con las olas de mar. Según publica la web whatsnew, existe un generador fabricado en Estados Unidos que consigue extraer energía de las olas del mar de forma absolutamente sostenible. Lo ha fabricado CalWave, startup que está trabajando en la energía limpia xWave, y que ha conseguido ya presentar los resultados blanco sobre negro después de trabajar con el aparato en el mar durante diez meses en la costa de San Diego. Una de sus ventajas es que las olas del océano son de 20 a 60 veces más densas en energía, predecibles y consistentes en comparación con otras formas de energía renovable.

El dispositivo funciona así: colocan en el mar una plataforma flotante situada bajo la superficie marina, y cuando una ola pasa por encima, se obtiene una onda de presión que provoca un movimiento en relación con el fondo del mar, generando así energía. El aparato en sí podría funcionar durante muchos años gracias a su revestimiento anticorrosión y otro antibioincrustación, y ninguno de los dos es peligroso para la vida marina. Cuando hay condiciones adversas, ante el peligro de que se destroce, el dispositivo se apaga solo, lo que lo convierte en más duradero. No se conocen los datos de la energía que produce por hora, pero la compañía ha anunciado que lanzará una versión de 100 kilovatios frente a las costas de Oregón para probarlo durante 24 meses. 

De momento xWave no ha anunciado cuánta energía produce, pero dicen que desplegarán una versión de 100 kilovatios frente a la costa de Oregón para una prueba de dos años. El objetivo es implementar 1 GW de sistemas de energía undimotriz para 2035, un valor pequeño, pero un paso importante en un sector poco explorado.

Las posibilidades de la energía undimotriz, generada por las olas del mar

Conocida también como olamotriz, la energía undimotriz es la energía mecánica que proviene del movimiento de las olas marinas. Según un informe del BBVA, con un recorrido modesto, traza un horizonte prometedor de inversiones, así como la convergencia de sistemas técnicos diversos para generar electricidad. Y es que con 336.000 kilómetros de costas en el planeta, sus posibilidades son casi infinitas. 

En el evento ´BBVA Open Talks Global: Sustainable challenge accepted´se presentaron interesantes reflexiones acerca de los problemas de la calidad del aire y el cambio climático en las ciudades, sus causas, efectos en la salud y en los ecosistemas, así como las acciones generales que todos pueden llevar a cabo para contribuir a un entorno mucho más sostenible.

En realidad, las olas de mares y océanos son un fenómeno derivado del sol. La radiación procedente de la estrella provoca un calentamiento desigual de la Tierra y de ahí el desplazamiento de las masas de aire y la formación de los vientos que provocan el oleaje.

Según la Agencia Internacional de Energías Renovables, IRENA, aunque su evolución apenas ha comenzado, su potencial es casi incalculable: “Unos 29.000 TWh (teravatios hora) frente a los 1.200 TWh del potencial de la energía mareomotriz que puede generar el movimiento de las mareas”. 

Esta organización intergubernamental ha destacado la predisposición del viejo continente hacia esta forma de energía: “Si bien más de 30 países de todo el mundo están trabajando en ellas, tres cuartas partes de la capacidad instalada de estas tecnologías y casi la cuarta parte de las patentes provienen de empresas europeas”, asegura. Ya existen 33 convertidores operativos de energía de las olas en nueve proyectos, con una capacidad conjunta de 2,3 MW (megavatios). Entre ellos los de España, Grecia, Italia, Portugal, Francia e Israel.

Uno de los mecanismos más extendidos para captar la energía del oleaje es el de las boyas, que absorben el movimiento vertical de las ondas y se fijan al fondo marino mediante un poste con un generador y un sistema hidráulico en su interior. La boya al moverse comprime el fluido que contiene esta estructura y la corriente generada se transmite a tierra a través de un cable submarino.

Otra solución es la denominada columna de agua oscilante, más idónea para zonas de olas fuertes, que aprovecha el golpe de mar y su retroceso para mover el aire de sus cámaras interiores. El sistema Pelamis es otro modelo técnico recomendado para condiciones marinas duras, basado en una serie de cilindros articulados, alineados en paralelo con la dirección de la ola y en parte sumergidos. La diferencia es que en este sistema el agua activa un sistema hidráulico que bombea aceite a alta presión.

También merece ser destacado el Columpio de Olas de Arquímedes, que incorpora una estructura fija anclada al fondo con hormigón y un flotador móvil lleno de aire que se comprime conforme sube y baja el agua para equilibrar las presiones.

La medición del oleaje se consigue mediante el cálculo de la densidad de energía por metro frontal. Un valor que varía bastante de unas localizaciones a otras (entre los 100 kWh —kilovatios-hora— registrados en algunos puntos de Australia y los 5 kWh de los emplazamientos más tranquilos), puesto que depende tanto de la altura de la ola como de la profundidad del agua y, por tanto, del rozamiento de esta contra el fondo marino. La densidad media de ola por metro de costa en el planeta se ha calculado en unos 8 kWh