España es un destino atractivo para los centros de datos. Lo ponen de relieve estadísticas como la publicada por Spain DC, la patronal que agrupa a los data centers, que cifra en un 43% el incremento de potencia instalada en Madrid, un incremento muy muy superior al registrado por sus principales competidores a nivel europeo: Frankfurt, Londres, Ámsterdam y París.
Este crecimiento, que también se produce en la ciudad de Barcelona, comporta un riesgo importante para la población española, la polarización geográfica de unas instalaciones que hoy son vitales para el funcionamiento de la sociedad digital. Madrid o Barcelona son unas ubicaciones ideales desde el punto de vista estratégico por muchos factores, pero estas dos ciudades también tienen justo los dos elementos negativos que puede hacer que las previsiones más optimistas no se cumplan: la falta de suelo disponible (sin entrar a valorar el coste del mismo), y la falta de potencia.
Y aún habría que valorar un tercero, quizás más importante en los tiempos que corren. Ni Madrid ni Barcelona pueden dar una solución renovable al Data Center (diferente a la firma de un PPA), ni muchas soluciones de eficiencia energética que en otros entornos sí son más sencillas y viables de ejecutar.
Así lo explicó hoy David Gómez, director de Data Center en Ingenostrum, en el debate organizado por la Asociación Española de Data Centers, SpainDC, sobre el papel del promotor en este sector. “La importancia de la sostenibilidad hace que tengamos que pensar en otras ubicaciones, separadas principalmente de los grandes núcleos urbanos, donde haya suelo barato, disponibilidad de potencia, y posibilidad de realizar proyectos renovables ad hoc, así como soluciones de eficiencia energética específicas para cada emplazamiento”, aseveró.
“Es necesario que desde foros como este se ponga de manifiesto que España cuenta con otros territorios igual de atractivos que garantizan la viabilidad de estas construcciones y que incluso ofrecen la oportunidad de reducir los costes de estas infraestructuras y hacen más atractivas por ello las inversiones. Con que uno sólo hiciera la prueba nos daríamos cuenta de que España en todas sus comunidades tiene grandes oportunidades que ofrecer a estos fondos de inversión. Como País Vasco, Galicia, Castilla-La Mancha o Extremadura, por citar algunas”, añadió.
El directivo de Ingenostrum explicó que existen factores que pueden frenar el crecimiento del sector de los data centers en España. “El primer factor que puede hacer que se logren, o no, las previsiones, es la disponibilidad de potencia eléctrica. Llevamos ya meses haciendo hincapié en esto y el problema es que la solución a la baja disponibilidad de potencia no es sencilla”, dijo.
“El sistema eléctrico español es un sistema mallado, complejo y difícil de entender, y que además -y este es el verdadero problema- en caso de tener que realizar alguna modificación en el mismo depende de una planificación que se hace cada 5 años, y que en muchos casos requiere de grandes inversiones por parte del Estado, porque REE es una compañía pública que se nutre de los presupuestos generales del Estado”, explicó.
“Además de lo dilatado del proceso por factores de aprobación en Consejo de Ministros, publicación en el BOE, etc, esto significa que en cualquier punto de España donde hoy no haya potencia de consumo, no lo habrá, en el mejor de los casos, hasta 2028-2029", aseveró. “Se tendría que meter esta necesidad en la próxima planificación que está prevista para 2025, aprobarse, y realizar las obras necesarias en líneas y subestaciones, tanto del operador nacional REE como de las distribuidoras correspondientes (Iberdrola, Naturgy, etc), por lo que por mucho que se corriera estaríamos hablando, aproximadamente, a partir de 2028”, continuó.
Oportunidad para España
Gómez habló también de la oportunidad que supone para todas las regiones de España, el hecho de que las principales zonas con data centers de Europa, los FLAP (Frankfurt, Londres, Ámsterdam, París) se encuentren ya saturadas o con problemas para encontrar suelo y potencia. “Es por esto por lo que muchos de los operadores y fondos se están fijando en España, además de porque hay varios cables submarinos que llegan a la península, y todo esto es lo que hace que haya esa necesidad de buscar ubicaciones con potencia para dar servicio a toda esa demanda que existe actualmente”, destacó.
En su opinión, esta situación está lejos de suponer un problema. “Lo malo sería que se siguieran desarrollando y construyendo en los FLAP o en las otras zonas donde ha habido un gran crecimiento de este tipo de activos, como por ejemplo Dublín”, añadió.
“Las cifras no engañan. Según el estudio realizado por SpainDC, a inicios de 2023 había instalados en Madrid unos 150MW, y para finales de 2026 se prevé que haya instalados unos 600MW. Esto es un aumento de 450MW. Sin embargo, según las distribuidoras existen a día de hoy en Madrid solicitudes de potencia por un total de algo más de 5GW, aunque nosotros teníamos un número inferior, de unos 3GW, pero que asusta de igual manera. Aquí añadiría cuántas subestaciones se han puesto en funcionamiento en Madrid según REE en los últimos años. Así ponemos de manifiesto el problema de demanda vs falta de potencia instalada”, apuntó.
David Gómez, que realizó estas aportaciones en un debate moderado por el Director Ejecutivo de Spain Dc, Manuel Giménez, explicó que la suya es una empresa fundada en 2009 que proviene de las energías renovables. “Somos desarrolladores, realizamos las ingenierías de los proyectos, incluyendo en nuestros servicios el permitting de los parques renovables y las líneas de evacuación que los conectan con las subestaciones correspondientes”, aclaró.
En el panel compartió escenario con Henry Daunert, CEO de AQ Compute; Juan José Samper, CEO de Digital Valley; Emilio Díaz, CEO de Nabiax; y David Vidal, Director of Business Development and Operation en Tech Stone.