La reciente grieta que se abre en Grupo Securitas AB por medio de Securitas Argentina (reconoce el pago de coimas) amenaza con regresar como un bumerán a España y a otras divisiones de Latinoamérica.
Tal y como avanzó hace unos días el periódico argentino La Nación, todo comenzó en una denuncia de “representantes de Securitas Argentina en la que sostuvieron que un grupo de exdirectivos ‘abusaron y utilizaron la estructura corporativa, así como su posición en el mercado y el renombre del grupo, con el único fin de obtener un beneficio para ellos y, de forma indirecta, para las empresas que representaban’. (…) Los detenidos fueron identificados por fuentes judiciales como Jorge Christian Faria, Luis Vecchi, Alejandro Castex, Gabriel Di Cesare, Marcelo Tortul, Claudio Tortul, Alberto Alesci, Julio Terrado y Carlos Rinaudo, quienes ocuparon cargos gerenciales en Securitas Argentina SA”.
Jorge Christian Faria fue de 2016 a 2018 el COO de toda Latinoamérica en SECURITAS AB y, desde 2009 a 2018, el Argentina Country Manager. Dos años antes era el Argentina Controller –justo como Margaret Astor, como le denominaban en España, y de lo que ya hablaremos- y la persona de confianza en Latinoamérica de Luis Posadas, quien llevaba las dirección de España y Latinoamérica hasta 2014. El mismo autor que nombra como Adjunto al consejero delegado a Zacarias Erimías en 2011.
Entre 2011 y 2019, las personas de confianza de Posadas, como máximo directivo de todo Latam, eran Zacarias Erimias en España y Jorge Christian Faria en Sudamérica. Hasta el punto de que, a la salida de Posadas, Zacarias Erimias se propone como nuevo presidente de la división de Servicios de Seguridad Iberoamérica/Latam por ser España el país de mayor peso, pero el grupo no lo ve claro, y nombran a Jorge Couto (Portugal).
El 7 de mayo de 2011 fue cesado de forma fulminante el consejero delegado de Securitas Seguridad en España, Carlos Bañuelos, junto con su director financiero Miguel Silva. No hay más que seguir una de las webs en la que escriben y denuncian los propios vigilantes de las empresas de Seguridad, y los medios de comunicación, para conocer que desde 2010 había denuncias de ‘empleados audaces’ ante el propio CEO del Grupo, Alf Göransson, el mismo al que siete años más tarde le declararon en bancarrota después de que hackearan su identidad (consiguieron sus datos personales y pidieron un préstamo para después declararle en bancarrota).
El caso es que el grupo intentó cerrar la brecha española de la manera más rápida y discreta posible para que no afectara a su reputación y valor en Bolsa, hasta el punto de que España y Portugal, que pertenecían a Securitas Europa, pasaron a formar parte de Latam.
Pero parece ser que fue un cierre en falso, porque con gran parte de los actores jubilados, prejubilados simulados o en otras empresas del sector, vuelven a salir todas las noticias y rumores que implican de hecho hasta ex directivos de El Corte Inglés.