EE.UU. se toma cada vez más en serio las amenazas que sufre en el ciberespacio, las cuales cada vez más apuntan a empresas e instituciones clave dentro del país y pueden amenazar sus infraestructuras críticas.
Por esta causa el Departamento de Justicia de EE.UU. ha anunciado la creación de una nueva unidad, dentro de su División de Seguridad Nacional, que se enfocará en perseguir ciberamenazas de piratas informáticos vinculados a estados extranjeros. La han denominado 'NatSec Cyber'.
La nueva unidad permitirá “aumentar la escala y la velocidad de las campañas de disrupción y los enjuiciamientos de los actores de amenazas de estado-nación, los ciberdelincuentes patrocinados por estados, los lavadores de dinero asociados y otras amenazas cibernéticas a la seguridad nacional”, según ha detallado en un comunicado el fiscal general adjunto, Matt Olsen.
“Responder a amenazas cibernéticas altamente técnicas a menudo requiere tiempo y recursos significativos”, ha insistito Olsen. “NatSec Cyber servirá como una incubadora, capaz de invertir en el trabajo de investigación complejo y que requiere mucho tiempo para los casos en etapa inicial”.
El responsable señala en su comunicado que este anuncio se basa en los éxitos recientes cosechados en la identificación, el abordaje y la eliminación de ciberamenazas a la seguridad nacional, incluyendo la acusación contra un presunto autor de ataques de ransomware contra las infraestructuras críticas de EE.UU. y la y la interrupción de la principal herramienta de malware de ciberespionaje del gobierno ruso.
China, el ciberenemigo en la sombra
Aunque esta vez no se ha mencionado expresamente a otros 'enemigos' EE.UU. ha perseguido de manera muy activa a los hackers respaldados por países como China o Corea del Norte.
De hecho, en alguna ocasión representantes de seguridad nacional han hablado de China como una de sus principales preocupaciones en el ámbito de la ciberseguridad.
Según recuerda CNBC, la directora de CISA, Jen Easterly, habló hace unos días de los esfuerzos ciber de China como una "amenaza que define una época".
En un evento vinculado a la Universidad de Stanford llegó a decir que China “realiza intrusiones cibernéticas dirigidas a periodistas y disidentes para suprimir el libre flujo de información. Y la República Popular China es capaz de lanzar ciberataques que podrían interrumpir la infraestructura crítica de los Estados Unidos”.