Google demanda a los creadores de malware que se hace pasar por Bard

Ha dado un paso adelante para combatir a los actores de amenazas que se están aprovechando del interés que despierta su modelo de inteligencia artificial generativa para sus actividades maliciosas.

Alberto Payo

Periodista

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google bard ia
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Google ha dado un paso adelante para combatir a los actores de amenazas que se están aprovechando del interés que despierta su modelo de inteligencia artificial generativa para sus actividades maliciosas. 

La compañía de la gran G ha presentado una demanda contra los que define como "estafadores de IA". 

Estos ciberdelincuentes han creado páginas de redes sociales y anuncios promocionando páginas web donde los usuarios supuestamente podían descargar Bard. Obviamente, se trataba de páginas fraudulentas que podían infectar sus dispositivos.

Lo cierto es que Bard es accesible de manera online y no es necesario descargar ninguna aplicación o programa para hacer consultas a la IA. 

Estamos buscando una orden para impedir que los estafadores establezcan dominios como estos y nos permitan desactivarlos ante los registradores de dominios de EE. UU. Si esto tiene éxito, servirá como disuasorio y proporcionará un mecanismo claro para prevenir estafas similares en el futuro”, señala Google en un post en su blog. 

La compañía dirigida por Sundar Pichae reconoce que habría conseguido cerrar 300 servicios relacionados con este esquema desde el pasado mes de abril. 

Otro frente legal 

Por otro lado, en una demanda separada Google ha apuntado a actores de amenazas que abusaron de la DMCA para dañar a sus competidores al presentar miles de eliminaciones de derechos de autor falsas de docenas de cuentas de Google. 

Estas solicitudes falsas resultaron en el borrado de más de 100.000 sitios web pertenecientes a empresas, ocasionándolas grandes daños financieros. 

La DMCA, también conocido como Digital Millennium Copyright Act o Ley de Derechos de Autor de la Era Digital, regula el copyrigh en el país norteamericano desde 1996. La regulación no solo sanciona la infracción de los derechos de reproducción en sí, sino también la producción y distribución de tecnologías que permitan saltar las medidas de protección de copyright.

“Esperamos que estos esfuerzos protejan y preserven la cultura de innovación sin precedentes en EE.UU. Así como los estafadores de inteligencia artificial y los estafadores de derechos de autor esperan pasar desapercibidos, creemos que una acción legal adecuada y el trabajo con funcionarios gubernamentales colocan a los farsantes directamente en el punto de mira de la justicia, promoviendo una Internet más segura para todos”, concluye el gigante tecnológico.