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Aviones de combate para Ucrania: de los Mig-29 soviéticos a los F-16 norteamericanos

Polonia enviará a Ucrania cuatro cazas de combate modelo Mig-29, a los que Eslovaquia sumará otros trece. Pero la diferencia la pueden marcar los F-16 norteamericanos.

Oscar Ruiz -Escudo Digital.

Experto en migraciones y analista internacional.

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Mig 29 de las fuerzas aéreas polacas.
Mig 29 de las fuerzas aéreas polacas.

El pasado jueves día 16, el presidente polaco Andrzej Duda confirmó que Polonia enviaría cuatro cazas de combate modelo Mig-29 (el número final podría llegar a 12 aparatos, de un total de 28 de los que dispone el ejército polaco) al ejército ucraniano para usarlos en su guerra contra Rusia, convirtiéndose así en el primer miembro de la OTAN que envía cazas de combate a Kiev y siendo también el primero que traspasa otra de las temidas “líneas rojas” autoimpuestas por Occidente en su mayoría, y según la cual esto supondrá una implicación demasiado directa de la Alianza Atlántica en la guerra y volvería a traer a la palestra pública la temida escalada militar horizontal (o incluso vertical) del Kremlin.

Al igual que ocurrió con el envío de carros de combate pesados alemanes modelo Leopard, Polonia ha tomado la iniciativa (además de ejercer la presión) de liderar una serie de países teóricamente dispuestos a mandar aviones de combate de diseño soviético a Zelenski para que sean utilizados, eso sí, por pilotos ucranianos. Y desde luego ha comenzado esta aventura con muy buen pie porque un día más tarde, el viernes 17, Eslovaquia ha confirmado que facilitará al ejercito ucraniano 13 aparatos Mig-29, con lo que daría un importante impulso a esta nueva “joint venture” en la que algunos países de la Alianza Atlántica facilitarían este tipo de aviones de combate, con el objetivo próximo de una supuesta contraofensiva ucraniana en el Este del país la próxima primavera.

Zelenski lleva pidiendo cazas de combate a los aliados desde que se confirmó el envío de carros de combate por parte de algunos aliados de Ucrania. El protocolo de petición de material militar por parte de Ucrania parece estar repitiéndose con los últimos sistemas de armas que Occidente y la Alianza Atlántica envían.

Primero se niegan en rotundo alegando una involucración demasiado agresiva en el conflicto, posteriormente algún país (normalmente Polonia) da un paso al frente y lo facilita mientras otros aliados juran y perjuran que ellos no van a enviar ese tipo de material, y posteriormente todos colaboran en el asunto, dejando atrás esa “línea roja” y preparándose para llegar a la siguiente.

La entrega de los antiguos Mig-29 por parte de los países aliados que pertenecían antiguamente al Telón de Acero, y que todavía mantienen en sus arsenales bastante material soviético, parece un paso bastante natural en la ayuda militar a Kiev, y si bien el presidente ucraniano ha solicitado también cazas de combate modelo F-16, por el momento ha recibido una rápida y rotunda negativa por parte de EE.UU. que, como hemos visto en otras ocasiones, también puede ser parte del proceso de aceptación final. Aun así el presidente Biden ha afirmado que apoyará en todo lo necesario en las operaciones de traspaso de estos aparatos a Ucrania.

El Mig-29 en comparación con el F-16

La diferencia entre proveer antiguos Mig-29 de origen soviético y más modernos y efectivos F-16 de origen norteamericano es un asunto básicamente pragmático. Mientras los primeros supondrían una “simple” reposición de los efectivos perdidos, los F-16 sí podrían suponer una ventaja táctica real, es decir, marcaría una diferencia en los cielos ucranianos.

F 16 despegando.
F 16 despegando.

Desde luego la importancia estratégica de los Mig-29 vendría muy determinada por la cantidad de aparatos entregados, y es que en una cantidad importante sí que supondrían una verdadera ayuda, tanto para la futura ofensiva ucraniana de primavera como para la protección de tropas en tierra, y también para aportar efectividad de las operaciones combinadas donde la eficacia de los cazas de combate se multiplica si existe una buena coordinación de combate e inteligencia con las tropas en tierra.

Los Mig-29 además pueden llevar armamento más moderno como los HARM,s o AGM-88, y también JDAM-ER.

Polonia asegura, a través de su primer ministro Mateusz Morawiecky, que está considerando el envío de los cazas F-16, y que al igual que los carros de combate europeos y norteamericanos, supondrían un verdadero desafío logístico y de entrenamiento de los pilotos, ya que los vetustos Mig-29 sí son muy familiares para los pilotos de Zelenski puesto que, con algunas diferencias, son los mismos que han estado utilizando en combate.

La reacción de Rusia se ha conocido el mismo viernes 17 a través del portavoz del Kremlin Dmitry Peskov, quien afirmó que este era otro ejemplo claro de cómo la OTAN se involucraba cada vez más en el conflicto y que además este material militar no tendría ningún impacto ni cambiaría el curso de la actual operación especial del Kremlin en Ucrania.

Tendremos que observar si Bulgaria se “sube” a esta coalición para enviar cazas Mig-29 a Ucrania, aunque solo disponga actualmente seis Mig-29 operativos. La prontitud con la que pueden llegar estos aviones a manos ucranianas y la rápida adaptación de los pilotos a este modelo de caza (además de algunos de los prometidos carros de combate pesados) podría suponer la diferencia en los resultados de la tan esperada contraofensiva de primavera.

Si los resultados fuesen positivos podríamos pensar en el siguiente escalón en cuanto a envío de material militar a Kiev, y comenzar a entrenar pilotos ucranianos en el manejo de aviones F-16 (aunque Reino Unido ya se  comprometió en este asunto).

España se ha cerrado en banda al envío de aviones a Ucrania alegando, entre otras cosas, que no disponemos de los modelos de avión que requiere el presidente Zelenski a sus aliados.