“Tenemos que evitar a cualquier precio la fragmentación del ciberespacio entre China y EE.UU.”

Nicolás Pascual de la Parte ha protagonizado el primer Desayuno Informativo sobre Seguridad y Defensa organizado por Escudo Digital y Grupo Prestomedia.

Miguel Angel García

Director de Escudo Digital

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Nicolás Pascual de la Parte en el Club Financiero Génova (Madrid).
Nicolás Pascual de la Parte en el Club Financiero Génova (Madrid).

Muy alto ha dejado el listón Nicolás Pascual de la Parte en el primer Desayuno Informativo sobre Seguridad y Defensa organizado conjuntamente Escudo Digital y Grupo Prestomedia, con la colaboración del Foro de Cultura, de Seguridad y Defensa (CFG), en el Club Financiero Génova, en Madrid, en la mañana de este pasado jueves.

Muy alto porque trató muchos asuntos relacionados con la seguridad y la defensa, todos ellos conectados entre sí, y porque sobre todos ellos dejó sobrevolando muy interesantes aportaciones.

En esta crónica no podemos desarrollar todo lo que el exembajador Representante Permanente de España en el Consejo de la OTAN comentó sobre cuestiones como ciberseguridad, la protección de datos, las capacidades que traerá consigo el 6G (“una revolución copernicana para las comunicaciones”) o las lecciones aprendidas de la guerra de Ucrania a nivel de defensa, cuyas consecuencias, en función del resultado, ni siquiera este experto se atrevió a aventurar. Pero a riesgo de ser injustos y dejar fuera de esta crónica muy interesantes lecciones y puntos de vista de los distintos asuntos tratados, fijaremos la atención en lo que el embajador comenzó diciendo acerca la carrera mundial que enfrenta a China y EE.UU. y de las repercusiones que esta puede tener a diferentes niveles. Tal y como explicó, “actualmente nos encontramos en una carrera mundial, pero principalmente entre China y Estados Unidos, por la hegemonía de las nuevas tecnologías, y esto es así porque es el ámbito en el cual se va a dilucidar la hegemonía política y militar en el siglo XXI. Junto a esta evidencia surge inmediatamente una inquietud: ¿esta rivalidad tecnológica e industrial entre China y EE.UU. nos va a conducir a una confrontación global digital o vamos a ser capaces de llegar a un acuerdo que establezca los parámetros de convivencia y de estabilidad digital en el mundo? Existen argumentos en un sentido y en el otro, depende de cómo hagamos las cosas, pero actualmente esta competencia es total. Habrán leído hace unos días que Joe Biden, el presidente de Estados Unidos, ha decidido elevar las tarifas a los productos importados de China por su país hasta un 100% en algunos casos, -Trump ha dicho que él los hubiera subido un 300%- en sectores muy sensibles como el acero, el aluminio, los paneles solares, los coches eléctricos, el 5G… Es decir, existe claramente un proteccionismo en EE.UU. contra los productos y servicios digitales chinos y viceversa. Esto, que desde el punto de vista industrial podría ser una política legítima, en este caso es que va más allá, porque aquí de lo que se trata de que una de las dos grandes potencias económicas sea la gran campeona en servicios y productos digitales”.

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Nicolás Pascual de la Parte junto al vicepresidente del Club Financiero Génova, Carlos Rubén Fernández, y representantes de Escudo Digital y Grupo Prestomedia.

Este enfrentamiento, en medio del cual Europa está atrapada, supone grandes riesgos en caso de que termine polarizándose a pesar de las numerosas y profundas relaciones comerciales que aún unen a los dos gigantes. “Uno de los riesgos que aparecen en el horizonte -sostuvo Nicolás Pascual de la Parte- es la posible fragmentación del ciberespacio. Si no hacemos nada a nivel internacional, a nivel de Naciones Unidas, pero también en los otros foros que regulan las cuestiones de telecomunicaciones, y dejamos a inercia del mercado lo que está ocurriendo es posible que en muy poco tiempo el ciberespacio se fragmente, y los europeos perderemos mucho, porque tendremos que tomar partido por una de las dos zonas de influencia, una entorno a Washington y otra entorno a Pekín. Eso significa que cada una de esas dos zonas de influencia va a desarrollar sus propias especificaciones técnicas, sus propios certificados incompatibles entre sí, y los demás tendremos que tomar partido con uno u otro. A nosotros lógicamente nos dejaría en manos de los norteamericanos, con lo cual Europa se convertiría un vasallo digital de Estados Unidos durante generaciones. Por lo tanto, tenemos que evitar a cualquier precio, desde el punto de vista europeo y español, esa fragmentación del ciberespacio en zonas de influencia incompatibles entre sí, entre China y EE.UU.”

“No se está haciendo nada para ello -continuó explicando- y si las cosas se dejan pasar dentro de un tiempo nos podemos encontrar con la sorpresa de que los chinos tienen su propio internet, sus propias plataformas digitales con sus propias especificaciones técnicas. De hecho, ellos ya están proponiendo una iniciativa global para regular internet porque consideran que Internet no puede ser una especie de ciudad sin ley en la que circulan sin control alguno todo tipo de servicios que son perjudiciales para la salud pública y que, por lo tanto, se sienten en la necesidad de regularlo. Detrás de esto se esconde la pretensión evidente de controlar internet por parte del partido comunista chino. Nosotros en Europa, en cambio, somos partidarios de un internet abierto en el que todos los participantes en internet seamos capaces de autorregularnos sin reconocer una autoridad central única que establezca las reglas del juego. E igual que pasa con Internet va a pasar con la Inteligencia Artificial; los chinos quieren tener sus propias aplicaciones de IA y no verse sometidos a las restricciones éticas o morales que en Occidente queremos establecer para regular su utilización”.

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Nicolás Pascual de la Parte junto a Yago González Bolullo, CEO de Grupo Prestomedia, y Mauricio Fernández, editor de Escudo Digital.

Como comenzábamos avisando, la ponencia de este experto en seguridad y defensa avanzó por distintos terrenos sobre los que desplegó interesantes reflexiones. En lo referente a la guerra de Ucrania afirmó que “ahora que se ha convertido en una guerra de desgaste en la que gana el que más munición tiene, pero también el que tiene más tecnología, como drones, satélites o plataformas digitales, sabemos que todos los países debemos manejar este mix, un mix que es diverso en función de las necesidades de cada uno, de forma que cada Estado tendrá sus propias capacidades”, afirmó para continuar señalando que “la cuestión es quién fabrica qué para que tengamos de todo lo necesario en Europa, porque nadie quiere renunciar a fabricar lo que ya fabrica: fragatas, aviones… Todos queremos hacer de todo por si acaso, con lo cual es difícil la especialización.

La lucha contra la desinformación también tuvo su apartado en este primer desayuno organizado por Escudo Digital y Grupo Prestomedia. El embajador aseguró que este es “un debate complicado, porque hay quienes piensan que hay que tener un sistema centralizado de control de veracidad de noticias, una especie de big brother como el modelo chino, y quienes creen que hay que desarrollar el criterio de los ciudadanos para discernir”.

Por último, Nicolás Pascual de la Parte se mostró convencido de que los principios que rigen Europa, que a corto plazo pueden resultar perjudiciales, a medio plazo, sin embargo, nos traerán “más ventajas que desventajas”. Aunque también advirtió de que tenemos que ser capaces de buscar un punto de equilibrio que nos permita avanzar: “Tenemos que ser capaces de encontrar un equilibrio que no nos impida investigar y desarrollar como consecuencia de los límites éticos, porque otros tienen otros límites y no podemos dejarlos que estén por delante”.

El primero de estos encuentros que se celebrarán mensualmente, y en los que destacados expertos continuarán abordando no solo las grandes cuestiones de Defensa y Seguridad de la geoestrategia internacional sino también la situación de nuestro país, tanto a nivel militar como la de su industria de defensa, sirvió para responder muchas preguntas pero también para que los allí presentes pudiéramos plantearnos otros dilemas que se dejaron entrever y que abordaremos en próximas citas.