En Malí, Burkina Faso y Níger, Francia, en lugar de ser vista como una solución contra el terrorismo, es vista como un problema, y son varios los factores que explican esto.
Lo que parece solo un enfrentamiento entre dos países vecinos tiene muchas más implicaciones. España debe prever una estrategia de seguridad ante los posibles escenarios que nos podríamos encontrar.
La Guardia Civil ha detenido a un presunto terrorista de Daesh y la Policía a otras once personas acusadas de adoctrinamiento en los postulados de esta organización.
La organización paramilitar rusa comenzó a operar en Malí a finales de 2021 y se ha relacionado con ataques contra civiles que ya han causado unas 500 muertes.
Veintiún años después del 11S la situación en Afganistán es peor que al principio, a pesar de los 20 años de intervención y con el gasto económico y humano que ha supuesto.
Se ha roto la confianza en el actual gobierno de España de Pedro Sánchez (no se ha roto la confianza ni la simpatía hacia el pueblo español ni entre nuestros dos pueblos) y aunque haya un nuevo gobierno en España, llevará un tiempo recomponer la relación.
África se está convirtiendo en un escenario de disputa entre Rusia y occidente, con importantes ganancias geoestratégicas para Moscú y pocos beneficios para las naciones de este continente.
El controvertido apoyo de Pedro Sánchez a Marruecos en su disputa con respecto al Sahara no ha ayudado precisamente a pacificar la zona. Más bien todo lo contrario, ha generado tensión a un conflicto armado que parece inminente a las puertas de España.
Si España no actúa de una forma preventiva los resultados pueden ser perjudiciales para nuestros intereses, que pueden ser aprovechados por otros actores internacionales.
Es oficial: Rusia y Argelia realizarán movimientos táctivos para buscar, detectar y destruir grupos armados ilegales en la frontera de Marruecos, a 700 kilómetros de Melilla.
El viernes 1 de abril, Argelia confirmaba precios del gas a todos sus clientes salvo a España y definía a Italia como socio estratégico para el suministro de gas a Europa tras reunirse en Roma con el ministro italiano de Asuntos Exteriores.
Estos asesinatos coinciden con la entrada del grupo militar Wagner en el país. Fuentes locales denuncian abusos contra civiles con la participación de los combatientes rusos.
Argelia es un país del Magreb fronterizo con el Sahel, escenario estratégico para la UE y para España donde Rusia ya ha llegado dentro de su política expansionista en África.
La entrada de Rusia en Mali es un fracaso para Francia y Estados Unidos, que ya sabían de las intenciones de Moscú después de su actuación en República Centro Africana.