Pilar Rangel

Opinión

Golpe de Estado en Níger: ¿Qué ocurriría si finalmente triunfa?

Experta en Terrorismo Internacional y en la lucha contra Daesh.

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Bandera de Níger (Foto de Chickenonline en Pixabay)
Bandera de Níger (Foto de Chickenonline en Pixabay)

El golpe de Estado no es una novedad en Níger, como sucedió anteriormente en Malí y Burkina Faso. Sin embargo, una parte de las Fuerzas Armadas nigerinas se negó a participar en la rebelión, ya que creen que el expresidente Mahamadou Issoufou está detrás del golpe.

Es un nuevo golpe de Estado en África y también para Occidente, especialmente para Francia, que tuvo que salir de Malí y Burkina Faso después de sus respectivos golpes de Estado y perdió influencia en estos países. Para mantener su presencia en la región del Sahel, el año pasado París retiró sus tropas a Níger, donde hubo una reacción inmediata en forma de manifestaciones antifrancesas. De confirmarse este nuevo golpe de Estado, tres países del Sahel estarían gobernados por juntas militares.

Hay un buen número de nigerinos que no quieren a Francia en su territorio, dado que no han visto resultados en su gestión ni da respuestas a las demandas de los africanos. Pero las autoridades de Niamey han seguido apoyando la presencia militar francesa y de otros actores internacionales.

Gran parte de la población no quiere las bases militares francesas porque siempre han contribuido a la protección de los dictadores o al cambio de regímenes, como el caso de Costa de Marfil para Ouattara, la base en Chad para el hijo de Deby o el caso de Senegal.

Bazoum es uno de los últimos presidentes civiles y electos. Sus homólogos y vecinos malienses, Ibrahim Boubacar Keïta, alias "IBK", y el burkinés Roch Marc Christian Kaboré, fueron sucesivamente expulsados del poder por los militares. Actualmente, Níger también es uno de los últimos aliados en el Sahel de Francia, junto con Chad. París condenó "enérgicamente cualquier intento de tomar el poder por la fuerza" y se asoció "a los llamamientos de la Unión Africana y la CEDEAO para restaurar la integridad de las instituciones democráticas de Níger". Washington también exigió la liberación del presidente Bazoum.

Níger es hoy, tanto para Francia como para Estados Unidos, un socio estratégico en la lucha contra los grupos yihadistas en el Sahel. Después de ser expulsados de Malí y Burkina Faso, fue en Niamey donde la mayoría de los soldados franceses de las operaciones "Barkhane" y "Sabre" se volvieron a desplegar.

También Niger es un aliado clave de la UE en la lucha contra la migración irregular desde el África subsahariana.

Pero, ¿qué ocurrirá si Níger finalmente cae?

En primer lugar, se perdería la protección del 'pasillo' que usan los terroristas a través de Níger para atravesar Malí con destino a Nigeria y, en segundo lugar, si Níger cae puede ser una bomba explosiva contra el Mediterráneo.

Tal como están las cosas, Chad y Níger son los últimos puestos de avanzada de la influencia francesa en el Sahel. Si esos gobiernos caen en manos de líderes revisionistas, los gobiernos de Costa de Marfil, Benín, Senegal y Togo probablemente se enfrentarán a la presión popular para demostrar públicamente la distancia (al menos simbólica) de París.

En cuanto a Rusia, después de centrarse, no sin éxito, en Malí y Burkina Faso, los estrategas de influencia del Grupo Wagner ahora están mirando a Níger y Costa de Marfil, cuyas autoridades toman esta amenaza muy en serio. El objetivo es debilitar los poderes de Mohamed Bazoum y Alassane Ouattara, los principales aliados de Francia en la región. De ser así, será un golpe muy duro para Níger y una victoria para los yihadistas.

Es por ello por lo que nos encontramos ante el fin de un ciclo que se debe gestionar con una nueva estrategia que conlleve un nuevo modelo de intervención en el que, partiendo de las lecciones aprendidas, se comience a trabajar de forma eficaz en el Sahel. El punto de partida es empezar por reconstruir a los Estados en todos sus ámbitos, no solo en el militar, dedicando una especial atención a la población civil y a la actuación en el ámbito local, ya que, de lo contrario, será volver a cometer los mismos errores.