Pilar Rangel

Opinión

¿Variará España su posición sobre el Sahara Occidental si hay cambio de gobierno?

Experta en Terrorismo Internacional y en la lucha contra Daesh.

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El presidente del Gobierno Pedro Sánchez con el Rey de Marruecos Mohamed VI (2018) - Europa Press.
El presidente del Gobierno Pedro Sánchez con el Rey de Marruecos Mohamed VI (2018) - Europa Press.

El Acuerdo entre España y Marruecos sobre el reconocimiento implícito de una autonomía marroquí para el Sahara es un Acuerdo entre dos países que es vinculante para ambos, en el que España cambió su postura neutral en relación con este asunto con la llegada de Pedro Sanchez al Gobierno y que habrá que analizar si se mantendrá ante la llegada de un nuevo presidente de Gobierno español, si es que eso sucede, en las próximas elecciones del 23J.

Para algunos analistas este Acuerdo se mantendrá al tratarse de una cuestión de Estado que estaría por encima de los cambios de gobiernos. Para otros este se puede revertir en cualquier momento, y esto es algo que pone nervioso a Marruecos.

Sin embargo, son muchos los contenciosos que tenemos con Marruecos y que no se han resuelto y sobre los que Marruecos amenaza ante un cambio de gobierno para que mantenga la misma linea de actuación:

Ceuta y Melilla

La reclamación de Ceuta y Melilla como territorios de soberanía marroquí, una situación que Marruecos no solo viene reclamando desde hace años sino sobre la que además ha presentado una queja ante Bruselas alegando su marroquinidad y donde pone en duda la integridad territorial española. Este delicado asunto no quedó cerrado en el Acuerdo por el que España cambiaba su posición en relación al Sahara Occidental y que provocó una crisis diplomática y empresarial con Argelia que aún continúa abierta y que no se solucionará si el nuevo gobierno no vuelve a una política de neutralidad en el conflicto del Sahara. Con todo ello Marruecos incumple el compromiso adquirido en la última RAN entre ambos países y muy en especial a lo que se refiere a la soberanía.

Las aduanas de Ceuta y Melilla

Pese a haberse fijado su apertura para finales de enero, esta se prorrogará aún por un tiempo, sin haber fijado fecha de apertura, ya que si Marruecos acepta las fronteras reconoce que son de soberanía española y desde Rabat nunca van a dejar de reclamar Ceuta y Melilla como marroquíes.

La inmigración ilegal

Según el presidente Sánchez esta se ha reducido en un 25%. Sin embargo, según el Ministerio de Interior, han aumentado los saltos a la valla, incluido el del 24 de junio del año pasado, cuando alrededor de 2.000 inmigrantes intentaron acceder a Melilla, con un resultado de al menos 23 muertos -otras ONG lo cifran en 37 fallecidos-, unos hechos que investiga la justicia.

Evidentemente en su día, y en el peor de los escenarios posibles y sin estar de acuerdo en ello, España debería haber condicionado el reconocimiento de la marroquinidad del Sahara al definitivo reconocimiento por parte de Marruecos de la legítima soberanía de España en Ceuta, Melilla y el resto de los islotes, y la definitiva renuncia de Marruecos a sus pretensiones en estas zonas incluyendo a las Islas Canarias también y zonas adyacentes de soberanía española.

Este Acuerdo del que ahora se ha cumplido un año sigue sin cumplirse por parte de Marruecos que continúa y continuará haciendo una guerra híbrida muy inteligente en la que continuará haciendo uso de la acción psicológica frente a los ciudadanos españoles presentando a Ceuta y Melilla como una fuente de problemas innecesarios para España. Frente estas acciones muchos analistas creen necesaria una diplomacia más beligerante por parte de España y muy especialmente del Ministerio de Asuntos Exteriores español que debe tener una política externa clara en relación con Marruecos y una estrategia de seguridad a seguir.

Sobre si habrá cambio de postura en relación con el Sahara Occidental si hay cambio de gobierno habrá que ver qué prima más para el nuevo gobierno: si mantener las relaciones con Marruecos, con Argelia o volver al antiguo status quo, algo que se antoja difícil en estos momentos.

Los compromisos adquiridos por el actual gobierno no tienen por qué vincular a un posible nuevo equipo salvo que nos encontremos ante cuestiones de Estado en cuyo caso se respetarán. No obstante, hay que recuperar las relaciones con Argelia y hacer uso de una política exterior más activa en relación con Marruecos dejando atrás la pasividad de los últimos años, donde seamos nosotros quienes tengamos la iniciativa y no al contrario.

Nuestra frontera inmediata es el Magreb, y muy principalmente Marruecos y Argelia, y estamos obligados a entendernos con ellos no desde una relación de superioridad sino de cooperación y coordinación, y nunca de amenazas, chantaje e injerencias en la soberanía de nuestra integridad territorial que choca con lo que Marruecos entiende su entidad territorial y que incluye por el Sur el Sahara Occidental y por el norte Ceuta, Melilla y los peñones.

España es miembro de la Union Europea, y Ceuta y Melilla se encuentran dentro de la soberanía española y son fronteras exteriores de la Union Europea reconocidas a nivel internacional, por lo que sería muy interesante el ingreso de Ceuta y Melilla en el espacio Schengen, del que no son parte actualmente con todas las consecuencias que ello implica.