Ramón C. Riva.

Opinión

Chivatazos desde Tammarasset: los tuareg se rearman, tráfico de oro y ¿Wagner en el Sahara?

Ex militar y experto en Seguridad.

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Imagen de un tuareg en Timbuktu, Malí.
Imagen de un tuareg en Timbuktu, Malí.

Hace poco escribía sobre Tammanrasset porque es una ciudad -en teoría- de Argelia (tiene allí funcionarios civiles, pocos, y militares, muchos) que al igual que gran parte de occidente yo no conocía y amigos que amigos argelinos que sí la conocen me insistían en ella como una de las demostraciones de lo que ocurre en el Sahel y parte del norte de África.

Tammanrasset se asemeja a esas ciudades y grandes territorios de las películas del Far West americano, donde el poder civil y económico en teoría es uno (Argelia) y en realidad está repartido entre grandes traficantes, los tuareg y otros. En el caso de los tuareg alternan convivencia con su comunidad nómada y estancias en el núcleo urbano.

Tammanrasset es un buen termómetro, como en su momento la frontera del río Bravo en Estados Unidos o Dodge City, para entender lo que está pasando y lo que pasará.

Adelanto unas informaciones que me llegan de este enclave, y con no poca repercusión para la zona y los intereses de occidente en ella.

La primera es que la misión de la ONU en Malí se está retirando, mientras fuerzas de Wagner y del ejército de Malí ocupan sus bases. 

Los rebeldes independentistas tuaregs se niegan a que los cuarteles del norte liberados por los cascos azules sean ocupados por las fuerzas del Gobierno y los mercenarios. Y lo hacen no solo por temas ideológicos, sino por reparto del negocio (Kidal en Mali, Agadez en Níger y Tamanrasset en Argelia son los puntos clave del contrabando de drogas, personas, oro).

Ya a primeros de agosto se denunciaron mutuamente por reabrir los conflictos: El colectivo exrebelde Coordinación de los Movimientos del Azawad (CMA, que agrupa a movimientos independentistas tuareg) acusó a las Fuerzas Armadas Malienses (FAMA) y a sus aliados del grupo de mercenarios Wagner de atacar sus posiciones en Ber, en la región de Tombuctú, que está bajo su control.

Las relaciones entre el poder central de Malí y los movimientos tuareg empezaron a degradarse desde el golpe de Estado de 2020 encabezado por el coronel Assimi Goita, ya que reprochan a la junta militar en el poder su alianza con Wagner y la participación de estos mercenarios en acciones militares en las zonas que están bajo su control (que incluyen a Kidal, Gao, Menaka y Tombuctú), así como el incumplimiento del acuerdo de Argel.

No olvidemos que tras su fallida intentona golpista contra Putin, el 20 de agosto llegó al aeropuerto de Bamako un avión Il-76 con representantes de Wagner.

La segunda es que, según los propios medios argelinos, se detecta un fuerte incremento en la zona del contrabando e intentos de rearme. “En Tamanrasset, en Guezzam, en Bordj Badji Mokhtar y en Amenas destacamentos de la ANP ‘detuvieron a 135 personas y se apoderaron de 11 vehículos, 107 generadores, 64 martillos neumáticos, cuatro (4) detectores de metales, 11,5 toneladas de una mezcla de oro en bruto y piedras, así como así como cantidades de explosivos, útiles detonantes y equipos utilizados en operaciones de lavado de oro ilícito’, mientras que ‘otras 11 personas fueron interceptadas y se incautaron 12 escopetas, 6.753 unidades de bebidas diversas y 51 quintales de tabaco, en distintos operativos realizados en todo el territorio nacional".

Y la tercera es que todo ello acontece en una zona y ciudad como Tamanrasset, sede del Comité de Estado Mayor Operativo Conjunto (CEMOC), puesto en marcha en 2010 e integrado por militares y especialistas de Argelia junto a Malí, Mauritania y Níger. Y donde estas semanas, aparte de la reunión BRICS, no paran de estudiar -los militares- cuándo y desde dónde se intervendrá en Niger. Eso además del cruce de declaraciones entre Francia y Argelia sobre su uso de espacio aéreo para esta ofensiva.

La primera afirmación provino desde Argelia el pasado lunes 21 de agosto, cuando la estatal Radio Argelia, que opera en varios idiomas y gestiona una edición internacional, reportó que las autoridades de su país rechazaron “una petición francesa de abrir su espacio aéreo para una intervención militar en Níger”. Así lo subrayó el medio de comunicación que generalmente refleja la posición del Gobierno.

Al día siguiente, una fuente del Estado Mayor Conjunto de Defensa de Francia, citada por Reuters, negó haber solicitado a Argelia utilizar su espacio aéreo con el fin de lanzar una presunta acción militar en Níger.

La cuarta información, y posiblemente la que más afecte a España, parte del hecho de que los tuareg sea un pueblo bereber (o amazigh) de tradición nómada del desierto del Sáhara. No olvidemos que casi todos los pueblos bereberes tienen conflictos autonómicos o de independencia respecto a las naciones donde viven (rifeños en Marruecos, cabila argelina, incluso los aborígenes canarios fueron unos pueblos de origen bereber que habitaron las Islas Canarias hasta la conquista del Reino de Castilla entre los años 1402 y 1496).

La población tuareg (algo más de 4.000.000)  se extiende por seis países africanos: Níger (2,6M), Malí (0,7M), Burkina Faso (400.000 ), Argelia (150.000),  Libia (100.000), Mauritania (100.000), y al ser bereberes nómadas que viven en el desierto con sus rebaños les es difícil entender de fronteras establecidas, por lo que se producen grandes migraciones entre países.

Esta etnia tuareg, que ha protagonizado movimientos de enorme resistencia a los respectivos gobiernos de cada país, ha ido llegando a acuerdos sucesivos con casi todos y estableciendo por ley o por costumbre diversos grados de autonomía.

Su religión, el Islam, se ha ido radicalizando de la mano de grupos extremistas, terroristas y Yihadistas de origen esencialmente extranjero cuyo objetivo final es implantar la sharia.

Frente a esta radicalización, Occidente no ha sabido responder, y parte de estos países han encontrado la "respuesta rápida" en golpes de Estado militares y en acudir a la ayuda de Wagner (indirectamente de Rusia) con menos problemas para intervenir.

¿Y qué denuncian los tuareg de la ruta Kidal- Tammanrasset que afecte a España? La cada vez mayor presencia de campamentos Wagner cerca de Tinduf. De Tammanrasset a Tinduf hay una carretera oficial argelina de 2200 km. (26 horas de camión), así como rutas no oficiales que bordean las fronteras de Malí y Mauritania. Sea a causa del conflicto o no, los tuaregs denuncian que hay cada vez más movimientos de hombres Wagner desde norte Malí hacia los campamentos de la RASD República Árabe Saharaui Democrática.  

Hombres y campamentos que no están allí para formar a las fuerzas de la RASD, sino que son fuerzas con armamento avanzado incluido.

La inteligencia marroquí, en un informe de enero de esta año, denunciaba que la Ley de Finanzas de Argelia destinaba en 2023 más de 18 mil millones de dólares a un concepto denominado “importe no asignado” del que no se facilitaban más datos, inflando el presupuesto de Hacienda, y que se temía  fueran, en gran parte, a hacer frente a la relación entre Marruecos e Israel, con iniciativas como aumentar poder militar (sin pasar por presupuesto defensa) o incrementar poder de aliados como el Polisario.

Mercenarios con experiencia, con material capaz de derribar un avión de combate o civil, o de hundir una embarcación a grandes distancias, ya es un nivel diferente de conflicto.