Ramón C. Riva.

Opinión

¿Qué ocurre en Tamanrasset?

Ex militar y experto en Seguridad.

Guardar

Tamanrasset (Captura Google Maps)
Tamanrasset (Captura Google Maps)

Tamanrasset es una ciudad del sur de Argelia, pero no es una ciudad cualquiera. Es un enclave estratégico situado al suroeste de Libia y al norte de Malí y Níger, siendo la frontera de este último país la más cercana a su territorio.

Su situación civil no es ni mucho menos parecida a la de cualquier ciudad del sur del mediterráneo europeo (de España, Italia, etc.). La provincia de Tamanrasset, en el Sahara argelino, es una zona de difícil implantación para las autoridades civiles y en la que los militares que están asentados son la principal representación del Estado.

Después de su guerra civil, Argelia llegó a un pacto tácito con el "movimiento independentista" de "Tamanrasset" y "Adrar", conocido como el "Movimiento de Liberación del Sur de Argelia", que concedía a este cierta "rienda suelta" en la región fronteriza con el norte de Malí, la cual ha sido durante años un foco de inestabilidad.

El nacimiento de este "movimiento independentista" de "Tamanrasset" y "Adrar" se produjo en un contexto de fuertes protestas de la población de esta región, rica en minerales, pero extremadamente pobre y privada de las condiciones de vida más rudimentarias. En marzo del año pasado, el Movimiento emitió un comunicado en el que informó a la opinión pública argelina que iba a incrementar sus operaciones militares contra el sistema "jacobino y criminal" instaurado en 1962 por "traidores mestizos franco-argelinos" en detrimento de los verdaderos revolucionarios de la lucha por la emancipación del pueblo de Argelia. Y anunció que iba a mantener esta determinación hasta que se consume la liberación total de los territorios saharianos del sur de Argelia y la restauración de la antigua autonomía de estas confederaciones.

En esta línea, cabe recordar que la Coordinación de Movimientos de Azawad, una alianza compuesta principalmente por antiguos grupos armados tuareg y nacionalistas árabes, expresó, también mediante un comunicado, su oposición a la posible firma de un acuerdo entre las autoridades malienses de la Transición y el grupo paramilitar ruso Wagner.

Para situarnos, tenemos una ciudad, capital de la provincia con el mismo nombre, donde el Gobierno local está confabulando con las mafias de contrabando, o peor aún, con los propios terroristas islamistas. La representación del Estado argelino es escasa, con la excepción de importantes fuerzas de la Gendarmería y el Ejercito, y su densidad de población es similar a la de Jaén o Algeciras, algo más de 100.000 habitantes.

Por ejemplificarlo, esta "Algeciras" era un importante centro comercial regional, un punto de encuentro para personas y bienes que transitan desde el África subsahariana hasta la costa mediterránea y desde la costa hasta el sur del Sáhara. Aprovechando esa situación estratégica así como la pequeña implantación del estado argelino, conviven el tráfico de mercancías y el contrabando, con enormes sospechas de lo que hemos comentado, de que "el Gobierno local está confabulado con las mafias de contrabando, o peor aún, con los propios terroristas islamistas".

Con este entorno, ¿qué ocurre en Tamanrasset?

Para abordar esta cuestión hay que comenzar teniendo en cuenta tres factores. En primer lugar, que es la base de la Sexta División del Ejército, responsable de patrullar el sur profundo del país y vigilar las fronteras de Argelia con Níger, con Malí y con Libia. De hecho, la mayoría de las operaciones antiterroristas que tienen lugar en Argelia ocurren en Tamanrasset y en Bordj Badji Mokthar, en la frontera con Malí.

En segundo lugar, Tamanrasset es la sede del Comité de Estado Mayor Operativo Conjunto (CEMOC), puesto en marcha en 2010 e integrado por militares y especialistas de Argelia junto a Malí, Mauritania y Níger.

Tradicionalmente, la política antiterrorista de Argelia ha oscilado "entre el palo y la zanahoria", es decir, en una lucha antiterrorista basada en operaciones convencionales, pero dejando abierta la posibilidad de que los yihadistas se entreguen a cambio de alguna forma de amnistía. Asimismo, cabe recordar que en enero de este año el hombre fuerte de Argelia, el jefe del Estado Mayor del Ejército Nacional del Pueblo (ANP), el General del Ejército Saïd Chanegriha, visitó la sede de la CEMOC como muestra de la voluntad argelina en "reactivar" este Comité.

Y, en tercer lugar, conviene aludir al inexplicable e inexplicado caso del Área 106, una base que, en teoría, se completó cuando los norteamericanos constituyeron un Centro de Estudios y de Investigación sobre Terrorismo. Supuestamente, entonces pasó a contar con una sede de escucha electrónica y de comunicaciones situado en las cercanías de Tamanrasset, en el sur argelino, aunque esto es algo que niegan tanto Estados Unidos como Argelia.

Mis contactos argelinos, quienes hasta ahora nunca se han visto desmentidos, me cuentan lo siguiente:

"En 2010 Estados Unidos hizo todo lo posible de cara a alquilar la base aérea de Tamanrasset en el extremo sur del país. Con una ubicación ideal y capaz de cubrir toda la zona sahelo-sahariana, también contaba con la ventaja de haber sido construida por una empresa estadounidense, BRC, subsidiaria de Halliburton, siguiendo los estándares de la OTAN. Tamanrasset fue durante mucho tiempo un sitio de lanzamiento secundario para el transbordador espacial.

Posteriormente, y sobre todo desde el apoyo de Donald Trump a Marruecos, las relaciones no están para 'mucho pedir', aunque Argelia y Estados Unidos reafirmaran 'su compromiso' en fortalecer la cooperación bilateral en el ámbito de la defensa y de la seguridad regional. Y más después de que Estados Unidos volviera a desoír la pretensión de Marruecos de expandir al territorio del Sáhara Occidental las maniobras African Lion 23, las mayores de África.

No tenemos constancia oficial de la presencia de alguna fuerza extranjera en suelo argelino, aunque hay mucho contratista en la explotación de recursos. Además, piensa que el territorio real de Tamanrasset es más grande que Suecia".

Si mis amigos dicen que NO, es que no hay una fuerza especial extranjera allí situada. Y paso a contar las noticias que ellos mismos me han enviado.

En artículos recientes, el Washington Post y el New York Times revelaron que hay tropas estadounidenses presentes en Argelia, un país que durante mucho tiempo ha rechazado la presencia de tropas extranjeras, al tiempo que reivindica una doctrina que prohíbe el despliegue de éstas en su territorio.

Según el Washington Post, Argelia entró a formar parte de la lista de países en los que las tropas estadounidenses reciben un pago por peligro inminente mientras están desplegadas, "una medida que refleja los peligros de la evolución en África Occidental y que se ha producido después de la muerte de cuatro soldados estadounidenses en Níger el año pasado".

Por su parte, el New York Times confirmó la presencia militar estadounidense en Argelia en un artículo en el que incidió en el momento en el que Joe Courtney, diputado demócrata de Connecticut, declaró que las tropas estadounidenses en Argelia, Chad, Egipto y Kenia ya estaban recibiendo este bono.

Los países se agregaron a la lista a medida que África Occidental se enfrenta a militantes que se han rebautizado como Estado Islámico-África Occidental. Al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) también ha tenido presencia en naciones como Malí, Níger, Nigeria y Mauritania, indica el New York Times.

En este sentido, el portal de noticias argelino TSA afirmó, refiriéndose a un documento del Pentágono, que los soldados estadounidenses en territorio argelino reciben el pago extra "desde el 7 de marzo de 1995".

Las revelaciones de los citados medios, los dos estadounidenses y el argelino, sirvieron para desinflar las afirmaciones que desde hace décadas ha mantenido Argelia, encaminadas a resaltar su supuesta intolerancia hacia la presencia militar extranjera en el país. Las revelaciones también traen a la mente informes anteriores que afirman que Estados Unidos tiene una base secreta en Tassili, en el sureste de Argelia, desde principios de la década de 2000.

Hasta aquí, todo es lectura e información. Ahora, cerremos un momento los ojos e imaginemos. Un inmenso mar de arena (más grande que Suecia) con una capital poco más grande que Algeciras (Tamanrasset). Enormes espacios y rutas que nadie controla. Y, como en la película Casablanca, un lugar en el que los contrabandistas tienen más margen y libertad de actuación en su modus vivendi que las autoridades.

La Sede de la VI Región Militar, vista por muchos autóctonos como una fuerza de ocupación, implica una alta presencia de oficiales argelinos del Ejercito Tierra y de las Fuerzas Aéreas. Paralelamente está la sede del CEMOC, donde se reúnen políticos, funcionarios y militares argelinos, mauritanos, malienses y nigerinos que lo que es hacer, hacen más bien poco.

A ello hay que sumar la presencia, más o menos itinerante, de occidentales, tanto para negocios lícitos como ilícitos, y de narcos latinoamericanos, con la consiguiente cuota de agentes de la CIA, DGSE, y hasta alguno del CESID.

Todo esto mezclado con un ecosistema de independentistas árabes y tuareg (el "Movimiento de Liberación del Sur de Argelia"). Los "hombres azules del desierto" no han desaparecido y se concentran en enclaves como Kidal en Malí, Agadez en Níger y Tamanrasset en Argelia. Aún hoy, el Gobierno socialista de Argelia intenta impedir sus prácticas guerreras, el contrabando, el mercado con drogas y el tráfico de personas. Pero una concurrida ruta de cocaína opera desde las aguas costeras a través de Kidal y del norte de Malí. Y, si se logra salir de Malí con la droga, el conductor puede ganar hasta 3.000 euros por transportar una carga desde Kidal hasta Libia a través de la frontera con Argelia o con Níger.

Para terminar, planteo una idea que me viene a la cabeza. Qué ocurriría si se juntara esta Babel de funcionarios sin nada que hacer, militares, espías, tuaregs contrabandistas e independentistas y militares de Níger, Mauritania y de Malí (golpes de Estado militares) con la amalgama de los yihadistas del Sahel y, estando todos relajados en un bar, se les lanzara la siguiente pregunta: ¿Que opináis de lo de Níger?