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Así avanzan, se coordinan y se reparten África los mercenarios rusos de Wagner y Africa Corps

La expansión de Moscú, apoyada en estas dos organizaciones militares, por África continúa avanzando sin oposición. ¿Pero cómo actúan cada una de ellas?

Experta en Terrorismo Internacional y en la lucha contra Daesh.

7 minutos

Rusia mantiene su expansión en África. Imagen creada por IA (Grok 3).

Rusia se ha visto afectada por su salida de Siria, sin duda, pero sigue más presente que nunca en África. En el caso de Libia, con sus nuevas bases militares se asegura un punto de entrada a África y su extensión al Sahel donde ha echado a Occidente y desde donde se extiende por África.

Moscú amplia su presencia en Libia estableciéndose en sus cuatro principales bases aéreas: Al Khadim, en el este del país; Al Jufra, en el centro; Al Brak al Shati al suroeste de Sebha, capital de la región de Fezzan; y Al Qurdabiya, en Sirte, en la zona centro-norte. Estas enclaves albergan diversos equipos militares, incluidas defensas aéreas, cazas MiG-29 y drones, y son operadas por un contingente mixto de militares rusos y mercenarios del grupo Wagner, lejos de la vigilancia de las autoridades libias.

Además, se ha consolidado como un actor clave en la vigilancia de la seguridad de las fronteras entre Chad y Libia, también con la base de Maaten al-Sarra, así como cerca de la región de Kuri-Bugudi, rica en oro. Según varios periodistas, se espera que la base sea operada por el Cuerpo de África ​​del Ministerio de Defensa ruso.

En República Centroafricana, Rusia está presente en todo el país desde 2018 con el grupo Wagner, que ha dejado un reguero de atrocidades. Su presencia es sólida y se ha apoderado de las riquezas de la nación vendiendo cara su protección armada.

El pasado 12 de febrero, las fuerzas armadas del Sudán y Rusia pactaron un “entendimiento mutuo” para construir una base naval rusa en Puerto Sudán. Rusia, que ha enviado armas al ejército de este país desde abril de 2024, ha estado intentando durante años implementar un acuerdo de 2017 para construir una base naval en Sudán. Según se desprende de la alianza, el número máximo de personal de la base no superará las 300 personas y no podrán permanecer allí más de cuatro buques rusos al mismo tiempo.

La presencia rusa en la base naval es una amenaza para el flanco sur de la OTAN. La base en Sudán podría ayudar a compensar la dependencia de Rusia de Siria para proyectar su poder en el Mediterráneo y servir como ruta logística para los suministros militares rusos. Sus posiciones en Siria han estado en peligro desde la caída de Bashar al Assad en diciembre de 2024. Igualmente, parece que Wagner también está presente en Chad. Por lo que tendría un pasillo entre estos países donde está presente.

En el caso de Malí, el contrato entre Wagner y la junta maliense ha finalizado en febrero de 2025 y parece que Moscú ha obligado a la junta a intercambiar a Wagner por el Cuerpo de África que es mejor visto políticamente. La junta maliense, que se muestra indecisa, no tiene otra opción que someterse a Moscú.

Wagner comenzó en este país en 2021 para ayudar al ejército a vencer al terrorismo y no solo no lo ha conseguido, sino que ahora la lucha es contra los separatistas tuaregs del norte y contra la población civil a la que ataca sin escrúpulos ni respeto de los derechos humanos.

En el caso de Niger, Rusia es un socio histórico. Muchos de sus oficiales se han entrenado en Moscú y Rusia siempre ha sido un proveedor de armas. Desde la salida de Francia y EE.UU., su presencia militar se ha materializado con la llegada del Cuerpo de África (Africa Corps), que desplegó personal por primera vez en abril de 2024, con un contingente de 100 personas destinadas a servir como instructores del ejército. El despliegue de alto perfil coincidió con la retirada de las tropas estadounidenses.

Por lo que respecta a Guinea Ecuatorial, unos 200 instructores rusos llegaron a Malabo en otoño de 2024. Estos soldados, que probablemente forman parte del Cuerpo de África, ejercen como la guardia de élite ecuatoguineana. Uno de los principales objetivos de los rusos es proteger al vicepresidente Teodoro Nguema Obiang Mangue, hijo del actual presidente Teodoro Obiang Nguema Mbasogo y supuesto sucesor del presidente.

El Cuerpo de África está presente en Burkina Faso desde enero de 2024 con un contingente de 400 especialistas militares encargados de garantizar la protección del presidente Traoré, entrenar a las fuerzas armadas burkinesas y participar en la lucha contra el terrorismo.

Diferencias entre Wagner y el Cuerpo de África

Sobre las diferencias entre ambos grupos, Wagner es una empresa militar privada, que realiza operaciones encubiertas, sin vínculos oficiales con el Estado, de carácter empresarial y responsabilidad menor. El Cuerpo de África, por el contrario, es una fuerza militar oficial que depende del Ministerio de Defensa ruso, sus operaciones son abiertas, está subordinado al Estado, su estructura es militar jerárquica, tiene una responsabilidad mayor y es mejor visto políticamente por los Estados africanos.

Sobre cómo se coordinan Wagner y el Cuerpo de África, después de la muerte de Yevgeny Prigozhin en agosto de 2023, los mercenarios de Wagner fueron redistribuidos entre las fuerzas de seguridad o expulsados a Bielorrusia. La entrega de unidades africanas, sin embargo, fue más complicada. No fue posible disolver las unidades de Wagner ni sustituirlas por otras estructuras, ya que la preparación de unidades cohesionadas y bien coordinadas lleva tiempo.

Sin embargo, todavía se llevó a cabo un traspaso a medias, de PMC (Private Military Company) Wagner al Cuerpo de África subordinado al Ministerio de Defensa. En Malí, las unidades de combate de la PMC Wagner se mantuvieron directamente involucradas en las hostilidades, mientras que un grupo de asesores militares del Cuerpo de África, junto con el Estado Mayor maliense, participaron en la planificación de las operaciones. Todavía quedaban cuestiones de mando y control, suministros y logística. Los destacamentos de asalto de Wagner estaban técnicamente subordinados a las FAMa. El Estado Mayor trabajaba con los oficiales rusos para planificar las operaciones, mientras que los comandantes de Wagner se dedican a recibir tareas discretas.

Se supone que el personal del Cuerpo de África está compuesto en gran parte por instructores, con unidades de combate destinadas a ser una reserva operativa para garantizar la seguridad de los centros administrativos y la infraestructura crítica. Sin embargo, afronta desafíos en su expansión en África dado los malos resultados obtenidos por Wagner.

En la mayoría de los casos, el propósito de Wagner ha sido solucionar problemas específicos, y los regímenes anfitriones no se ven a sí mismos como dependientes de Wagner para su supervivencia a largo plazo. Por el contrario, un régimen militar nacionalista, como por ejemplo en Malí, utiliza a Wagner para reafirmar su soberanía sin compromisos ni interferencias de actores externos.

Sin embargo, depender de contratistas extranjeros es otra forma de dependencia exterior. Los resultados de la labor de Wagner en África no parecen ser buenos y mucho menos ha conseguido grandes logros en el ámbito de la lucha contra el terrorismo porque tampoco es una fuerza antiterrorista.

Rusia está intentando extender su influencia conectando nuevos Estados a la tríada de Burkina Faso, Malí y Niger, donde ya operan. Pero la PMC rusa se enfrenta a desafíos, luchando contra varios competidores como las PMC chinas y turcas.

Actualmente, Wagner opera con unos 1.500 mercenarios en Malí, 400 en Burkina Faso y 100 en Níger. A pesar de sus contratiempos, la expansión africana de Wagner continúa bajo el control del Kremlin, tras su absorción por el Ministerio de Defensa de Rusia. Los acuerdos recientes incluyen el despliegue de una unidad de 200 efectivos en Guinea Ecuatorial, rica en petróleo, bajo su nueva marca África Corps.

La importancia estratégica de Sudán, un punto focal para las actividades de Wagner, se subraya por su ubicación en la encrucijada del Océano Índico, el Cuerno de África y el mundo árabe.

Mientras Wagner lidia con desafíos operativos y tensiones geopolíticas, el informe del Consejo Mundial del Oro subraya las consecuencias más amplias de la minería ilegal, desde alimentar conflictos hasta permitir el crimen organizado.

El informe recomienda acciones como investigaciones de la Corte Penal Internacional sobre el comercio ilícito de Wagner, controles fronterizos más estrictos de Interpol y sanciones contra los funcionarios que colaboran con el grupo.

De acuerdo con The Blood Gold Report, en la República Centroafricana, una empresa fachada de Wagner ha obtenido derechos exclusivos sobre la mina Ndassima, la mayor mina de oro del país, a cambio de apuntalar un régimen autoritario.

En Sudán, “la empresa rusa” controla una importante refinería que ha permitido a Wagner convertirse en el comprador dominante de oro sin procesar, con múltiples cuentas de aviones de transporte militar rusos que envían oro procesado fuera del país.

En Malí, los mercenarios rusos reciben pagos en efectivo (10,8 millones de dólares al mes, según la inteligencia estadounidense) de una junta militar que depende de un pequeño número de empresas mineras internacionales para la mayoría de sus ingresos fiscales. La canadiense Barrick Gold, el principal contribuyente del país, pagó 206 millones de dólares a la junta solo en el primer semestre de 2023.

Debe recordarse que el objetivo principal de Rusia es hacerse con todo África Central y el Sahel y tener un pasillo dentro de África que conecte el Océano Indico con el Océano Atlántico a través de distintas bases militares.

Europa debe modificar su estrategia en África y debe actuar de forma rápida e inteligente porque todos los vacíos que vaya dejando los ocupará Rusia. Esta será una invasión rápida, silenciosa y sin oposición.