Pilar Rangel

Opinión

La expansión de Rusia por África está descontrolada

Experta en Terrorismo Internacional y en la lucha contra Daesh.

Guardar

 Los países africanos siguen cayendo en manos rusas ante la pasividad del resto de actores internacionales.
Los países africanos siguen cayendo en manos rusas ante la pasividad del resto de actores internacionales.

La influencia de Rusia en África ahora se extiende del Sahel al este del continente, hasta Eritrea, cuya diplomacia también es cercana a Rusia. Según algunas fuentes y análisis, el Grupo Wagner tiene operaciones en casi treinta países de todo el mundo y muy especialmente en África. Y es que las relaciones con África son una prioridad para Vladimir Putin.

En la gira que ha realizado el ministro de Asuntos Exteriores Lavrov a África hemos podido ver cómo ha desarrollado su diplomacia por numerosos países africanos en un intento de suplantar a las potencias occidentales. Rusia, aislada en la escena internacional y en busca de aliados, ha multiplicado por diez sus esfuerzos en África desde su asalto a Ucrania en febrero de 2022.

En Sudán ha firmado una serie de acuerdos militares y económicos, incluido el establecimiento de un centro de apoyo logístico naval ruso en el Mar Rojo, en Port Sudan, a cambio de ayuda militar al ejército sudanés y acuerdos económicos.

En Niger, el ministro adjunto de Defensa ruso se ha reunido con el líder de la Junta Militar de Níger en Niamey, junto con una delegación de inversores rusos. Ambas partes discutieron inversiones en los sectores de defensa y energía; muy especialmente para hacerse cargo de los yacimientos de uranio de la francesa Orano.

En Burkina Faso los acuerdos que se han celebrado han sido en materia militar para aumentar el numero de instructores rusos en el pais. Después de Burkina, Lavrov ha visitado Chad, Congo y Guinea.

Rusia avanza con cautela en Chad, último bastión de la influencia francesa en el Sahel. En una región en la que Malí, Burkina Faso y luego Níger han expulsado a las tropas francesas y se han acercado a Rusia, recurriendo en particular a sus paramilitares, París aún mantiene más de mil soldados en Chad. Las autoridades chadianas saben aprovechar su posición geoestratégica y no dudan en amenazar con recurrir a Rusia para obtener concesiones de Occidente. La relación ya no es exclusiva y Yamena ha diversificado sus asociaciones de seguridad con los Emiratos Árabes Unidos, Turquía y Hungría. Sobre todo, porque Idriss Déby, el presidente del País, sabe que su relación privilegiada con París, heredada de su padre, resuena cada vez más mal entre algunos de sus conciudadanos.

Igualmente, Rusia ha aprobado un Acuerdo de cooperación militar con la República Democrática del Congo para la realización de ejercicios conjuntos, visitas de buques de guerra y aviones de combate, y entrenamiento de personal militar. Congo cuenta ademas con empresas militares privadas y con un acuerdo de cooperación militar con EE.UU.

Guinea Ecuatorial y Rusia han firmado un acuerdo de formación militar. Un convenio que permitirá a instructores rusos desplazarse al país para capacitar a los militares de diferentes cuerpos de la armada nacional. Fruto del encuentro con una alta Delegación del Ministerio ruso de Defensa, que ha realizado una visita de trabajo en el país encabezada por su viceministro Yunús-bek Yevkúrov, ha ofrecidos 200 becas de estudio para este años escolar.

Por su parte el viceministro de Defensa ruso visitó Bamako y se reunió con el presidente de transición Goita y el ministro de Defensa y varios inversores rusos también se reunieron con los ministros de Finanzas y Transportes.

En Guinea Conakry, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia Sergei Lavrov en una visita oficial concluyó acuerdos en materia de cooperación económica, lucha antiterrorista y capacidad de defensa, asesoramiento técnico y militar, presencia de empresas rusas, cooperación en materia médica e interacciones con organizaciones internacionales como con la ONU. Hay que recordar que la bauxita extraída de Guinea representa el 40% de la producción del gigante ruso Rusal, el segundo mayor productor de aluminio del mundo después de China.

El único pais que parece oponerse a la entrada de Rusia en África es Argelia, que ve la entrada de Wagner en Libia y en África Subsahariana como una amenaza para su país.

En África, el efecto dominó continua y los países siguen cayendo en manos rusas ante la pasividad del resto de actores internacionales.

 

Sin embargo, Rusia se beneficia con todas estas alianzas con los distintos países africanos porque estrecha lazos militares y económicos y despliega sus recursos estratégicamente para desafiar a EE.UU. y la Union Europea por la influencia en el vulnerable flanco sur de la OTAN.

Moscú busca restablecer sus viejos lazos soviéticos con los países africanos para tener influencia en el continente, donde se presenta como alternativa a las antiguas potencias coloniales occidentales. La que se está librando en África todavía no es una guerra fría, sino una guerra de influencia.

Lo que comenzó como una invasion silenciosa y a largo plazo se ha convertido por el acontecer de los hechos en una entrada acelerada. El objetivo principal de Rusia es hacerse con todo África Central y el Sahel y tener un pasillo dentro de África que conecte el Océano Indico con el Océano Atlántico a través de distintas bases militares.

Asimismo, Rusia persigue hacerse con el control de los recursos de estos países y hacer chantaje energetico a Europa. En África, el efecto dominó continúa y los países siguen cayendo en manos rusas ante la pasividad del resto de actores internacionales.

En el ambito estratégico, Rusia aspira a establecer una base naval en el mar Rojo, punto de interés geopolítico mundial y estratégico para la circulación marítima. Tampoco se descarta su pretensión, a más largo plazo, de establecer centros logísticos y corredores en países africanos que facilitan una conexión este-oeste y norte-sur, como es el caso de Kenia o Camerún o en el Atlántico en Guinea.

Rusia se expande de forma incontrolada por toda África sin encontrar oposición. Mientras en Europa se les está tratando de los pies, ¿quién asumirá esta misión en África? Y de no hacerlo, ¿cuáles serán las consecuencias para África y para Occidente?