Las mujeres que movían a los drones: cinco casos de éxito en un sector al alza

Solo un 7,9% de los pilotos de drones certificados en Estados Unidos son mujeres. En España son poco más de un 1%.

Gonzalo Díaz Bonet.

Especialista en Tecnología y Sostenibilidad.

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Foto de Iewek Gnos en Unsplash
Foto de Iewek Gnos en Unsplash

Solo un 7,9% de los pilotos de drones certificados en Estados Unidos son mujeres. Un porcentaje bajísimo, a años luz de la paridad, pero que no deja de crecer en los últimos años. Son más del doble de las que había en 2019. Y lo hace especialmente entre el sector más joven de la población, más atraído por el manejo de estas tecnologías. 

Infografia: Women and Drones
Infografia: Women and Drones

Pero para llegar a este punto, por pequeño que sea, ha habido que derribar una serie de barreras. Los drones, también conocidos como vehículos aéreos no tripulados (UAV, por sus siglas en inglés), surgieron en la industria militar y de defensa. En sus primeros días, la industria de drones estaba dominada abrumadoramente por hombres. Sin embargo, a medida que esta tecnología se extendió a una variedad de aplicaciones civiles, las mujeres comenzaron a ganar terreno. 

Una de las primeras mujeres que destacó en el mundo de los drones fue Amanda Shaw. En 2008, Shaw se convirtió en la primera mujer en pilotar un UAV Predator para la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. Su éxito allanó el camino para otras mujeres que aspiraban a una carrera en la industria de drones. 

Hoy la historia está llena de casos inspiradores que han destacado en campos como la fotografía, el rescate, la agricultura, la conservación del medio ambiente o la inspección de infraestructuras. La organización Women and Drones distingue cada año a mujeres que han destacado en el uso de esta tecnología, inspirando vocaciones en un área con un amplio abanico de salidas laborales. Estos son algunos de los casos más destacados. 

1. Donna Auguste 

Licenciada por la Universidad de Colorado Boulder, la Universidad Regis y la Universidad de California en Berkeley, ha desarrollado una larga carrera como ingeniera, científica de datos, empresaria y filántropa, y ahora es fundadora y directora ejecutiva de Auguste Research Group en Oceanside, California.    

Auguste empezó a trabajar con drones como plataformas de sensores móviles, recopilando y analizando conjuntos de datos aéreos y desarrollando herramientas mediante técnicas de inteligencia artificial y aprendizaje automático. Se dio cuenta de que pilotar drones y trabajar con datos aéreos podría ser un punto de entrada accesible en las industrias de la aviación para personas de diversos grupos que están infrarrepresentadas en la aviación, como las comunidades negra, hispana/latina, indígena y sorda.   

Con su equipo en Auguste Research Group, hoy diseña recursos de formación profesional para adolescentes y adultos, dentro de esas comunidades, que están entusiasmados con el pilotaje de aviones no tripulados, la recopilación de datos y la extracción de valor a partir de los mismos. 

2. Kimberly Kulacz 

Kimberly Kulacz ofrece servicios de pilotaje de drones a organismos públicos locales y pequeñas empresas de su zona. Antes de convertirse en piloto de drones y propietaria de una pequeña empresa, era madre educadora en casa. Durante la pandemia de Covid comprendió lo importante que era ayudar a las pequeñas empresas con visión de futuro a maximizar sus limitados recursos y aumentar su marketing online. 

Hoy su compañía Aerial5 Visual Solutions es una empresa operadora de drones. Ofrece servicios de pilotaje a pequeñas empresas para funcionar de manera más eficiente y comercializar sus productos y servicios de forma más creativa. Su pasión -dice- es educar a sus clientes sobre el valor de la integración de los drones en sus flujos de trabajo. “Incluso con crecimiento, muchas empresas no entienden el valor que añaden a su industria, y mucho menos cómo funcionan los drones”, asegura. 

3 Laurie A. Grindle  

Es la directora de Programas y Proyectos del Centro de Investigación de Vuelos Armstrong de la NASA en Edwards, California. Nombrada para este puesto en diciembre de 2020, es responsable de la promoción, formulación y ejecución de los proyectos de vuelo del centro, así como de la gestión política y empresarial de los programas que allí se desarrollan. 

En 2005, Grindle fue nombrada ingeniera jefe de la Unidad de Negocio de Vehículos Aéreos no Tripulados (UAV) de Dryden.  En ese puesto, supervisó los aspectos técnicos de los proyectos de UAV de la NASA, incluido el vehículo de baja velocidad X-48B Blended Wing Body y los proyectos Global Hawk, para garantizar el cumplimiento de los objetivos.  

Además, fue directora del proyecto de integración de sistemas aéreos no tripulados (UAS) de la NASA en el Sistema Nacional del Espacio Aéreo (NAS) de 2013 a 2017.  Fue responsable de la ejecución de un proyecto de 290 millones de dólares diseñado para llevar a cabo el desarrollo tecnológico con el fin de reducir las barreras técnicas relacionadas con los retos operativos y de seguridad asociados a permitir el acceso rutinario de los UAS al NAS. 

4. Ashlee Cooper 

El éxito de Ashlee Cooper como científica de microbiología molecular la preparó para triunfar en el sector de los drones. Tiene más de 10 años de experiencia como educadora STEM y científica de laboratorio clínico certificada. Sus credenciales en el sector de los drones incluyen la certificación como piloto remoto de la FAA con una habilitación sUAS; es miembro de la junta de la Pennsylvania Drone Association y representante del equipo de seguridad de la Administración Federal de Aviación y DronePro. 

Cooper comenzó instruyendo a su hijo de 4 años en el aprendizaje de códigos y el vuelo de drones para fundar Droneversity, con la misión de continuar el legado de la aviación negra en la revolución de los drones. Como miembro del sector de la Iniciativa de Formación Universitaria en Sistemas de Aeronaves no Tripuladas de la FAA, Droneversity aboga por crear vías profesionales para el desarrollo económico, empezando por cursos de preparación y formación de vuelo. Su programación de aviación para principiantes y navegantes de drones incluye campamentos de drones para preparar a los estudiantes para el futuro mercado laboral. 

5. Sonia García 

Si en Estados Unidos el porcentaje de mujeres que pilotan un dron alcanza un 7,9%, en España se reduce al 1%, una cifra que apenas pasa de lo anecdótico. Para impulsar más vocaciones, organizaciones como FADEMUR (Federación de Mujeres rurales) organizan cursos de pilotaje de drones, enfocados mayoritariamente al uso de esta tecnología en la agricultura. 

Sonia García es piloto y profesora, y su escuela es la primera de formación creada por una mujer en España. “Manipular un dron es muy fácil y facilita mucho el uso de herramientas para la agricultura. De este modo, abrimos los brazos y las manos a que la nueva tecnología nos ayude a recoger datos y la digitalización del sector, que finalmente es el big data actual. Si toda esta información la podemos aplicar al sector agroalimentario y lo pueden llevar las mujeres, mejor”, recalca. 

“Creo que el problema es la falta de visibilidad de las mujeres, y por eso la acogida de estos cursos es maravillosa, de mujeres con muchas ganas de formarse”, señala.