Así es Rabbit 1, el dispositivo de IA que quiere acabar con los móviles para que no toquemos tantos botones

Este nuevo dispositivo presentado en el CES costará menos de 200 euros, un precio muy inferior a los smartphones de gama media o alta.

Gonzalo Díaz Bonet.

Especialista en Tecnología y Sostenibilidad.

Guardar

Rabbit R1
Rabbit R1

Ha sido una de las sensaciones de la última feria tecnológica CES. Tanto, que se han acabado todas las existencias, si bien estas se cifraban en 10.000 unidades. Pero ya es una muestra de las intenciones de este nuevo dispositivo de inteligencia artificial que nace con ambiciones poco modestas: sustituir al móvil como principal elemento de interacción con la vida moderna. 

Su principal argumento es que funciona con la voz y no precisa de aplicaciones. No hay que “tocar tantos botones”, sino que basta con transmitirle órdenes para que nos ofrezca soluciones. Sirve, por ejemplo, para reservar un alojamiento con Airbnb. Basta con hacerlo una vez para que Rabbit R1, que así se llama el dispositivo, aprenda a hacerlo por si solo. 

Y así con el resto de servicios en Internet. Rabbit es capaz de aprender a usar aplicaciones específicas tal y como las usaríamos nosotros. Únicamente necesita ver cómo lo hacemos una sola vez. Y esto es una buena noticia para todos aquellos usuarios cansados de abrir tantas páginas web, o para aquellos menos duchos en el uso de la tecnología. 

En apariencia, este nuevo terminal no es muy diferente a un smartphone. Cabe en la palma de la mano, tiene una pantalla similar a la de un smartwatch (es decir, algo menos de la mitad de un móvil) y funciona a través de Internet. Su gran ventaja competitiva es su precio, ya que se espera que salga al mercado a un precio de 180 euros. Muy por debajo de lo que cuesta un móvil de gama media o alta.  

Otra de sus características más innovadoras es la cámara que incorpora, la cual no está pensada para tomar fotografías o capturar selfies. Es capaz de rotar 360º y su función es realizar sugerencias según lo que se enfoque a través de ella. Por ejemplo, si se dirige al frigorífico y se le pregunta al dispositivo “¿qué puedo cocinar esta noche?”, analizará los alimentos que hay almacenados y ofrecerá las recetas más interesantes. Como cualquier IA, aprende de las preferencias del usuario, por lo que cada vez ofrecerá propuestas más personalizadas. 

El producto ha sido diseñado por una startup estadounidense que prevé lanzarlo al mercado entre los meses de abril y marzo. A España, Japón, Reino Unido y otros mercados se espera que llegue a lo largo de este año, si bien ya se puede realizar una reserva. Y realizan envíos a España.   

Rabbit R1

La clave de su funcionamiento está en el Large Action Model (LAM), que permite, gracias a los avances en programación neuro-simbólica, modelar directamente la estructura de diversas aplicaciones y las acciones del usuario realizadas en ellas sin una representación transitoria, como el texto. 

Este dispositivo guarda cierto parecido con otros de los llamados a revolucionar el mercado, el AI Pin desarrollado por Humane, si bien su precio es notablemente inferior. De los 700 dólares que cuesta el pequeño proyector a los menos de 200 que propone este asistente. Ambos tienen en común que funcionan sin apps y tienen como objetivo acabar con la supremacía de los móviles en la sociedad digital. 

Es difícil creer, a principios de 2024, que lo conseguirán, pero también ingenuo pensar que los móviles seguirán sin competencia. A medida que la era del smartphone da paso a la de la inteligencia artificial muchas serán las costumbres que deberemos ir adaptando y una de ellas, presumiblemente, pase por el cambio en los dispositivos. 

Hoy contamos ya con modernas aplicaciones de inteligencia artificial que nos permite, por ejemplo, conocer el coste económico de un ciberataque antes de que se produzca. O de adivinar el tiempo con mayor precisión que los métodos tradicionales. ¿Seguiremos accediendo a estos servicios a través de los mal llamados teléfonos móviles? ¿O llegará otro dispositiva capaz de simplificar aún más estas operaciones? Solo el tiempo, y el mercado, lo dirán.