Los coches eléctricos, en jaque por la crisis energética

Suiza podría limitar su uso este invierno en los momentos en que haya riesgo de apagones. Francia contempla las mismas medidas y en Noruega puede resultar más caro cargar electricidad que gasolina.

Anahí Di Santo.

Periodista.

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Coche eléctrico en carga.
Coche eléctrico en carga.

Atendiendo a la prohibición del uso de motores de combustión interna que fue sugerida por el Parlamento Europeo a partir de 2035, las últimas noticias en el país helvético indicaban que los vehículos que funcionan a gasolina y diésel tendrían cada vez más restringida tanto su circulación como su venta en los próximos años, en favor de los que son libres de emisiones. Sin embargo, la escasez de energía disparada por la guerra en Ucrania ha llevado a las autoridades suizas a evaluar algunas restricciones en el uso de los coches eléctricos.

Estos vehículos, que representan solamente el 2,3% del total del parque automotor suizo, no podrán ser utilizados si hay riesgo de cortes de energía generalizados por sobrecarga en la red. Pero hay algunas excepciones: en aquellas actividades consideradas imprescindibles, como ir a trabajar, acudir al médico, a la farmacia o hacer compras de primera necesidad, los coches eléctricos estarán permitidos. Como parte del mismo paquete de medidas, de producirse una situación de alerta calificada como Nivel 3, también se reducirá la velocidad máxima permitida en las autopistas para todo tipo de vehículos.

Estas decisiones buscan evitar fallos en el suministro eléctrico cuando las condiciones meteorológicas empeoren y haya riesgo de desabastecimiento. Una situación bastante imprevista en un país que es líder en la generación de electricidad debido a sus grandes obras hidráulicas pero que, aun así, depende en gran medida de Francia y Alemania para su provisión de energía, dos países muy afectados por la escasez y el aumento de precios desde la invasión rusa a Ucrania.

Lejos de la guerra, en California, Estados Unidos, hubo un episodio similar el año pasado. Debido a las altas temperaturas, las autoridades limitaron el horario para recargar los coches eléctricos con el fin de garantizar el suministro necesario para mantener la refrigeración en el interior de los edificios.

Lo mismo ocurrió en China, donde la ola de calor del verano pasado motivó que las autoridades pidieran que no se recargaran los vehículos eléctricos en determinados momentos del día, e incluso cortó el suministro de miles de puntos públicos de recarga en las regiones más afectadas por la falta de electricidad.

Francia también podría limitar las recargas

El gobierno galo ya ha advertido que contempla un riesgo de cortes de energía para este invierno. Y si bien allí los coches eléctricos sólo representan un 0,6% del total, las autoridades podrían limitar la recarga de vehículos en los horarios de máxima demanda, que serían por la mañana entre las 8 y las 13, y por la tarde entre las 18 y las 20, excluidos fines de semana y días festivos.

Esta medida se plantea en el marco del objetivo de reducir el consumo general de electricidad entre un 1 y un 5%, que afectará también el uso de electrodomésticos, con un máximo de 40 grados para las lavadoras, y la moderación de la calefacción en ciertos establecimientos públicos y en las empresas. 

En Noruega, los precios cada vez más altos

El parque automotor noruego marca una notable diferencia, allí los coches eléctricos alcanzan el 16% del total. Allí, durante los últimos años la recarga de automóviles era muy económica o gratuita en muchos puntos públicos. Pero desde 2019, los precios comenzaron a aumentar al punto de que se contempla que en 2023, para un coche promedio con una batería de unos 50kWh, el costo podría superar los 100 euros en hora punta, frente a los 90 euros que cuesta llenar un tanque de gasolina, según los cálculos que publica la web eldebate.com.