Si pensamos en los electrodomésticos que más gasto pueden generar en una cocina seguramente nos vienen a la cabeza la lavadora y el horno. Y es bastante lógico, porque son bastante caros. Según datos de la OCU el uso de la lavadora en una familia media puede suponer unos 63 euros al año, mientras que el del horno supera los 30 euros.
Un gasto que no es solo económico sino también energético, y que podemos moderar conociendo el gasto real que genera cada electrodoméstico. Porque, como revela este ranking elaborado por un portal web, algunos de ellos esconden sorpresas, y de su buen o mal uso depende que el gasto de dispare hasta cifras insospechadas.
Es el caso de la parrilla eléctrica, el electrodoméstico que más gasta en relación a su uso. Que es tanto como decir el menos eficiente. Una hora de uso consume unos 2,5kWh (0,75€).Teniendo en cuenta que los preparativos suelen llevar mucho tiempo, es probable que el efecto en la factura de la luz sea fuerte.
Este sustituto urbano de las barbacoas gasta, por ejemplo, el doble de energía que un horno eléctrico, el segundo electrodoméstico más ineficiente. Por eso es necesario utilizarlo con responsabilidad, aplicando en cada momento el grado de calor adecuado e intentando derrochar le menor cantidad posible de energía.
Y es que, a pesar de la ola de calor, el verano es la estación preferida por la mayoría de españoles para realizar barbacoas, que pueden alargarse durante horas entre charlas, baños en la piscina, reencuentros con los amigos y todos los ingredientes de vida social que van ligados a este concepto.
Es entonces cuando se puede disparar el gasto energético de un electrodoméstico que gana protagonismo a medida que aumentan las restricciones al uso del fuego para cocinar carne y verduras.
En verano, está estrictamente prohibido hacer fuego ni encender una barbacoa en zonas recreativas de montes o terrenos forestales en toda España. En esta época el riesgo de incendio para nuestros bosques y montes es máximo por el aumento de las temperaturas y la disminución de la humedad relativa del aire. Esta prohibición se extiende incluso a zonas recreativas en las que es posible hacer barbacoas en otras épocas del año.
Barbacoas en suelo urbano
En el caso de que la barbacoa se realice en suelo urbano, por ejemplo, en el jardín de una vivienda particular, se debe consultar y respetar la normativa municipal que regule esta actividad en relación con la petición de permisos y el cumplimiento de medidas preventivas. Por ejemplo, en Madrid, una comunidad en la que el riesgo de incendio es extremo en verano, si el fuego se va a producir a menos de 50 metros de un terreno forestal, aunque sea en tu casa, se debe informar con un día de antelación a la Dirección General de Emergencias, a través del correo electrónico usofuego@madrid.org o a través del teléfono 91 580 18 49 o en el número gratuito 900 72 03 00.
En casa, ya sea en el jardín o en la terraza, no hay ninguna ley que prohíba expresamente hacer barbacoas. Ahora bien, si vives en una comunidad de vecinos, tendrás que revisar los estatutos de tu comunidad, por si dicen algo al respecto. Si esos estatutos las prohíben expresamente, no habrá forma de organizarla.
La alternativa eléctrica
Sea por prudencia o por desconocimiento, la opción de preparar una barbacoa con una parilla eléctrica gana protagonismo verano a verano. Falta, claro está, el olor de las brasas y el sabor inconfundible del carbón, pero es una alternativa coherente que no tiene porqué deslucir la celebración. Eso sí, atentos con el gasto.