Vacaciones en zepelín: la nueva moda que llegará en 2030

Air Nostrum quiere emplear el zepelín para operar vuelos cortos a partir del año 2030, como la ruta Barcelona- Mallorca.

Gonzalo Díaz Bonet.

Especialista en Tecnología y Sostenibilidad.

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Foto de Anton Konstantinov en Unsplash
Foto de Anton Konstantinov en Unsplash

Son muchas las personas que, seguramente, se verán atraídas por la idea de volar en zepelín. No en vano, salvo que hayas tenido una vida muy activa entre 1900 y 1930, probablemente nunca lo hayas hecho y ni siquiera hayas pensado nunca en la posibilidad de hacerlo. Hasta hace bien poco, estos artilugios, los primeros que se utilizaron para velos de larga duración, eran cosa del pasado, asociados a novelas de Julio Verne o películas de la primera o la segunda Guerra Mundial. 

Pero los tiempos cambian, y algunos inventos merecen una segunda oportunidad. Esto es lo que ha debido pensar la compañía Air Nostrum, que quiere emplear el zepelín para operar vuelos cortos a partir del año 2030, como la ruta Barcelona- Mallorca. Y esto es una buena noticia para el medio ambiente porque supone una reducción de emisiones de CO2 de hasta el 90% ya desde los primeros trayectos. 

La compañía valenciana ha firmado un convenio con la empresa británica Hybrid Air Vehicles (HAV) para utilizar el innovador dirigible cuando este obtenga su certificación. La intención plasmada es que la primera aeronave pueda estar operativa, después de haber obtenido su certificación, en 2026, para luego seguir entregando nuevas unidades de una forma escalonada durante los siguientes cinco años. Los socios de Air Nostrum plantean una operación con este medio de transporte mediante un leasing operativo de hasta 10 aeronaves. 

Aunque el primer zepelín esté listo ya en 2026, dentro de tres años, las correspondientes autorizaciones y procesos administrativos serán las que determinarán la puesta en marcha del primer servicio para pasajeros, que se calcula que será una realidad en el año 2030. La compañía no ha hecho públicos las rutas que cubrirá el dirigible, pero uno los ejemplos que cita el fabricante británico es la posibilidad de volar entre Barcelona y Palma en poco más de cuatro horas. 

El Airlander 10 es una nave híbrida. Funciona con helio, pero no es un dirigible al uso. No se quema este gas, por lo que no puede incendiarse, algo que sin duda tranquilizará a los conocedores del fatal destino del Hindenburg, llevado al cine con notable éxito (dos Óscars) por Robert Wise en 1975. 

Ventajas medioambientales 

Más allá del romanticismo, la novedad o las referencias cinematográficas y culturales, el zepelín presenta una serie de ventajas sobre los aviones tradicionales, especialmente en la esfera medioambiental. La nave puede volar sin necesidad de grandes motores y puede posarse en cualquier superficie razonablemente plana, tanto en tierra como en agua. Dada su capacidad de despegue y aterrizaje en espacios reducidos, puede ser la alternativa de movilidad perfecta para el transporte aéreo en ciudades que no tienen instalaciones aeroportuarias y en islas.  

La nave que surcará los cielos españoles se convertirá también en la más grande del mundo, con un tamaño de 92 metros de largo. Por hacernos una idea, el Boeing 747 tiene 71 metros de longitud. Transportará a 100 pasajeros. El pasaje iría acomodado en una espaciosa cabina que no necesita ser presurizada al volar a poca altura y que no sufriría de vibraciones causadas por los motores. 

Su velocidad máxima es de 130 kilómetros por hora, con una autonomía de vuelo que alcanza 3.700 kilómetros. La compañía prevé para 2025 estrenar una configuración híbrida que servirá de puente hacia una motorización puramente eléctrica en 2030.  

“El Airlander 10 bajará drásticamente las emisiones y por eso hemos alcanzado este acuerdo con HAV. La sostenibilidad, por suerte para todos, ya es un hecho irrenunciable en el día a día de la aviación comercial y acuerdos como este son una forma efectiva de alcanzar los objetivos de descarbonización previstos en la iniciativa legislativa ‘Fit for 55’”, dijo en la presentación del acuerdo Carlos Bertomeu, presidente de Air Nostrum.