El apagón del pasado 28 de abril no fue una jornada de caos a nivel de seguridad. No hubo pillaje ni asaltos ni caos en las calles (en el apagón de 1977 en Nueva York se saquearon más de 1.615 tiendas, numerosas violaciones, más de 1.000 incendios, y se cerró con un balance de 4.000 detenidos y cientos de policías heridos). En nuestro caso, la noche del pasado lunes a martes, según el Ministerio del Interior y los propios alcaldes de las diferentes ciudades, fue "tranquila, sin incidentes destacables de seguridad".
Sin embargo, y a pesar de esta sensación de tranquilidad, cientos de miles de españoles se fueron a dormir aún sin electricidad y en el caso de los negocios muchos fueron los que permanecieron en ellos al no poder bajar los cierres o porque detectaron que sus alarmas no funcionaban.
Pero vayamos por partes, porque si las alarmas no funcionaban no era por la negligencia de las empresas del sector. De hecho, la casi totalidad de los 3,3 millones de alarmas conectadas a una Central Receptora de Alarmas (CRA) que hay en España están muy preparadas para los cortes eléctricos: disponen de baterías internas y UPS o SAI (Sistema de Alimentación Ininterrumpida) en cada instalación, ya sea hogar o negocio, y que permiten una autonomía entre 6 y 24 horas; y en el caso de las CRA (Central Receptora Alarmas) están equipadas con UPS y generadores eléctricos para asegurar que sigan operativas, aunque haya apagones prolongados en su ubicación.
Es decir, según se fue la luz en todas las CRA de España, se pusieron en marcha los sistemas de energía alternativos que, en teoría, deberían permitir que el servicio se siguiera ofreciendo, y si eso no sucedió así fue porque el problema no era exactamente ese, sino que no entraban señales, y es que con la luz también se cayeron todos los sistemas de comunicación.
Así que, a pesar de que las CRA tienen líneas múltiples y conexiones redundantes (telefonía, IP, GPRS/4G) para no perder la conexión con los sistemas de alarma de los clientes, lo cierto es que cayeron todas.
Cómo se comunican los sistemas alarma con su CRA
La comunicación del panel de alarma con la CRA es un elemento clave en los sistemas de seguridad. Esta comunicación permite que cualquier evento relevante (intrusión, sabotaje, incendio, fallo eléctrico, etc.) sea transmitido a su central de monitoreo para que se tomen acciones inmediatas, como llamar al propietario o enviar a la policía.
Las principales formas de comunicación del panel con la CRA son:
- Red telefónica RTC (PSTN). Es la forma tradicional, usa la línea fija. Es más vulnerable, ya que puede ser cortada fácilmente. Esta forma cayó en el apagón.
- GPRS/3G/4G. Usa una tarjeta SIM y red móvil. Es la más usada actualmente por su fiabilidad y movilidad. Puede usarse como vía principal o de respaldo. También cayó en el apagón.
- Ethernet (IP fija o dinámica). Es una conexión por cable de red al router/internet. Rápida y estable, suele utilizarse como canal alternativo anti-inhibición. Requiere configuración adecuada de puertos y servidor DNS, por lo que igualmente cayó en el apagón.
- WiFi. Es similar al Ethernet pero sin cables. Puede ser menos estable que Ethernet o GPRS. Y nuevamente cayó en el apagón.
- Radiofrecuencia (RF). Esta modalidad es la usada en zonas donde no hay línea ni cobertura móvil. Necesita repetidores o red propia de la CRA y una mínima implantación. Algunas de tipo general cayeron en el apagón, otras en polígonos industriales, etc. aguantaron.
¿Qué ocurrió entonces?
Pongamos el caso de una persona que tiene un negocio en Madrid y una segunda vivienda en Alicante, ambos con alarma, y la central receptora de alarmas de la compañía con la que tiene contratado el servicio de alarma está en Madrid.
Según cayó la luz y con ellas las comunicaciones, posiblemente ambas instalaciones enviaron una ‘Notificación del corte’ -pongamos como ejemplo a las 13.05 horas-, solo que este aviso no llegó a las CRAs hasta que se restablecieron las comunicaciones (pongamos que eso sucedió a las 21.05 horas) junto con millones de señales semejantes, mezcladas con señales de robos reales.
Las alarmas suelen enviar una señal a la CRA informando que hay un corte de corriente eléctrica. Esta señal es monitoreada, y si el corte se prolonga, puede generar una alarma técnica o incluso una intervención. Esto por 3,3 millones de instalaciones.
¿Qué habría ocurrido si en ese intervalo roban en su vivienda de Alicante?
Que la alarma funciona, los detectores detectan, dan señal de intrusión, pero al no haber sistema de comunicación, esa alarma no entró en CRA hasta cuatro horas después, y al comunicar con Policia y Guardia Civil, tal y como nos explican fuentes del sector, “cuando empezaron a cogernos, estaban tan desbordados que muchos sitios nos decían que no podían atender las alarmas”.
Denuncias en cadena que van hasta el sector energético
El 28 de abril, una España sin energía y sin telecomunicaciones demostró su civismo y madurez, evitando una jornada que podía haber sido caótica. Pero si en España se producen anualmente unos 150.000 robos en viviendas y negocios - unos 410 diarios más los evitados por la actuación de la alarma-, debe de haber cientos, o miles de robos, en los que el seguro va a denunciar que la alarma no funcionó.
Por este motivo, una de las primeras reuniones que tuvieron los CEOs de cada empresa alarmas fue con su Departamento legal, que les comunicó que aparte de sus seguros RC, en casi todos los contratos viene reflejada la cláusula de fuerza mayor. Así que es de suponer que los seguros a su vez irán contra las empresas telecomunicaciones, que probablemente no se queden con esta denuncia en sus manos y acaben yendo contra REE o las eléctricas, que cesaron sus servicios provocando el apagón de las comunicaciones.
Esta doble caída de luz y comunicaciones también devuelven al debate del sector un par de consideraciones adicionales. Por un lado, la larga lucha que tiene AECRA, la Asociación Europea de Profesionales para el conocimiento y regulación de actividades de Seguridad Ciudadana, para que las CRA tengan consideración de ‘Operador Telecomunicaciones en Backup’, y anticipar estos problemas.
Y, segundo, en SICUR 2024 (Salón de la Seguridad), desde IBS Iberia ya avisaban a todo el que los quisiera escuchar que si había un corte de energía caerían también las telecomunicaciones, porque –entre otros factores- las telcos estaban sustituyendo las centralitas de cobre, que no dependían del suministro energético, por las de fibra óptica, que son mucho más dependientes.
Esto es lo que realmente sucedió en lo referente al sector de las Alarmas conectadas a CRA en un día en el que, por otra parte, no hubo mayores incidencias y casuística que un día normal, y que, como nos dice uno de los expertos consultados para este artículo, hay que tomarlo como un serio aviso a todos los sectores implicados para construir una España de servicios más eficaces y redundantes que eviten que una situación así vuelva a suceder. De esta lección hay que aprender muchas lecturas, incluido el sector de las alarmas.