La inteligencia artificial (IA) empieza a envolvernos de forma sibilina, sin que la mayor parte de población pueda reflexionar o entender lo que realmente está sucediendo.
La certificación en forma de "sello" ha de asegurar que las empresas y entidades que implantan algoritmos de inteligencia artificial (IA) lo hacen de una forma "ética, robusta y no discriminativa".
Estados Unidos alienta la libertad de desarrollo de la IA, China la limita por motivos ideológicos y Europa pone el foco en que esas herramientas contribuyan al desarrollo democrático y de libertades individuales.
ChatGPT está permitiendo a los cibermalos redactar emails de phising más creíbles, escribir código malicioso y explotar las vulnerabilidades de software.
La extensión de navegador Sonar, basada en IA, pretende ayudar a los internautas a detectar correos electrónicos de phishing y protegerse de los ciberdelitos.
La plataforma ya contaba con 100 millones de usuarios registrados en febrero de 2023, por lo que las cifras de consumo de agua pueden ser espeluznantes.
El fiscal jefe de la Corte Penal Internacional de La Haya, Karim Khan, pretende perseguir determinados ataques cibernéticos, sin necesidad de una nueva Convención de Ginebra.
Los contenidos generados por los chatbots pueden convertirse en una amenaza para el propio modelo por la réplica de errores en los textos de entrenamiento.
El canal indio Odisha TV lanzó una presentadora de noticias de IA, pero no es el único. Se abre el debate sobre el futuro de los medios de comunicación en la región.
La Inteligencia Artificial supone una auténtica revolución, y es lógico que infunda miedo, dudas y desconfianza. Para ello es imprescindible que se establezca un marco regulatorio claro.