En la mañana de hoy la Policía Nacional y la Agencia Tributaria han dado a conocer todos los detalles de la que consideran la mayor operación realizada hasta la fecha en España contra el tráfico de hachís por vía marítima, y de la que en la tarde de ayer adelantábamos las primeras informaciones. Es la denominada operación Goleta-Gratil.
Esta operación conjunta ha permitido la aprehensión, en apenas cinco días, de cuatro veleros de alta gama pertenecientes a una misma organización que portaban más de 30 toneladas de hachís y la detención de nueve miembros de dicha trama, de orígenes búlgaro y ruso.
La operación completa actuaciones anteriores y eleva la cifra global aprehendida a más de 35 toneladas, que se han depositado en el Arsenal Militar de Las Palmas de Gran Canaria.
La acción marítima, de grandes dimensiones, se ha desarrollado en diversos escenarios del océano Atlántico, y ha contado con la participación de cuatro patrulleros, un helicóptero y un avión de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, y el BAM Meteoro de la Armada.
La operación se remonta a octubre de 2019
La investigación arranca en octubre de 2019, cuando investigadores de la Policía Nacional y del Área Regional de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria en Andalucía detectaron una embarcación sospechosa de narcotráfico, el Amaalta, lo que dio origen a una investigación conjunta sobre esta y otras embarcaciones.
Esta organización habría establecido inicialmente su base de operaciones en las Islas Baleares, desde donde pretendía preparar las embarcaciones fuera del posible control que normalmente se ejerce por parte de las Fuerzas de Seguridad sobre las zonas más activas o calientes de ser utilizadas por las organizaciones para llevar a cabo este tipo de actividades ilícitas.
Durante la investigación, en los meses siguientes se detectaron más embarcaciones sospechosas de la misma organización (Phase One, Hanna, Sweet Breeze, Eagle Ray y Carla), todos ellos veleros de alta gama.
El primer fruto de la investigación conjunta se produce durante el Estado de Alarma, el 26 de marzo, cuando el patrullero Paíño de Vigilancia Aduanera, con base en Palma de Mallorca, aborda a 80 millas al sur de Mallorca el velero Phase One de 17,2 metros de eslora y bandera holandesa, con 4.244 kilos de hachís.
Esta supuso una actuación en alta mar de alto riesgo debido a dos circunstancias: primero, las condiciones de la mar y, segundo, el intento de sabotaje mediante un incendio por parte de la tripulación que viajaba a bordo: dos súbditos búlgaros que fueron puestos a disposición del Juzgado Número 3 de Manacor que dirigía esa investigación junto con la Fiscalía de Palma de Mallorca.
Posteriormente, el 14 julio de 2020, se produce la segunda actuación contra la organización, mediante la intervención del Hanna’ de 14,5 metros de eslora y bandera del Reino Unido, en el Golfo de Cádiz, con 360 kilos de hachís a bordo.
Amplio despliegue de medios
En septiembre de 2020, la organización criminal puso en marcha un importante despliegue de medios, para la que emplearon simultáneamente los cuatro veleros que estaban bajo vigilancia de los investigadores de Policía Nacional y Vigilancia Aduanera: el Sweet Breeze, el Eagle Ray, el Amaalta y el Carla.
En ese momento se activa un dispositivo de control marítimo con la finalidad de proceder a su interceptación, en el que participan medios de Vigilancia Aduanera y de la Armada española.
Fruto de esta acción conjunta se han aprehendido los cuatro veleros, lo que constituye un hito en la lucha contra el narcotráfico, dado que se trata del mayor golpe dado al tráfico de hachís por vía marítima.
Las embarcaciones intervenidas, junto con la droga y los detenidos, están a disposición de las autoridades judiciales competentes.
Sustancias estupefacientes en embarcaciones de recreo
Estas actuaciones policiales suponen un gran golpe a la que los investigadores consideran la mayor organización criminal dedicada al tráfico de hachís por vía marítima compuesta por delincuentes de países del Este.
Además de las 34 toneladas de hachís intervenidas y la incautación de seis veleros valorados en más de 5 millones de euros, la importancia de la operación radica en el desmantelamiento de la capacidad logística de los máximos responsables de las organizaciones criminales de origen búlgaros dedicadas al transporte de sustancias estupefacientes en embarcaciones de recreo, evitando que nuevas rutas surjan o aparezcan aprovechando la pandemia.
Al mismo tiempo, se ha intervenido abundante material en los registros efectuados en los veleros, que las fuerzas del Estado estudiarán para la detección de nuevas pruebas e indicios de la conducta criminal. La investigación sigue abierta en estos momentos, y se buscan nuevos integrantes de la organización criminal, por lo que no se descartan nuevas detenciones.
Cinco países europeos involucrados
La compleja operativa de la organización, que modificaba con frecuencia el nombre y pabellón de los veleros, ha requerido actuaciones en cinco países europeos para lograr la identificación plena de los objetivos.
Así, en el plano internacional, mediante la coordinación del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), se ha contado con la colaboración de la National Criminal Agency (NCA) del Reino Unido, las autoridades holandesas, búlgaras, griegas e italianas, el Maritime Analysis and Operation Centre – Narcotics (MAOC-N) y Europol.
El intercambiode información con organismos internacionales como Europol y MAOC-N, permite unmayor conocimiento y seguimiento de los grupos criminales trasnacionales que,de manera itinerante, utilizan el territorio nacional y su extensa costa paraintentar llevar a cabo sus fines ilícitos.