Guerra en Ucrania: el frente se queda sin soldados

El presidente Zelensky está muy preocupado por los recursos humanos: faltan soldados, y los que están, se encuentran agotados.

Oscar Ruiz -Escudo Digital.

Experto en migraciones y analista internacional.

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Soldado con un rifle de asalto ante la bandera de Ucrania.
Soldado con un rifle de asalto ante la bandera de Ucrania.

A pesar de la gran cantidad de noticias que nos lleguen por todos los medios hablados y escritos sobre la recepción en Ucrania de nuevos sistemas, municiones, drones, vehículos y más armamento, y que los analistas militares de la OTAN  nos aseguren que con el armamento y sistemas adecuados se puede ganar la guerra a Rusia, hay un factor que trae de cabeza al presidente Zelensky (y a su antiguo comandante en jefe que fue destituido por ello) que no es otro que el de los recursos humanos: faltan soldados, y los que están, se encuentran agotados.

La crisis de soldados no es nueva, son ya muchos meses que los mandos militares se quejan de la escasez de tropas cualificadas en el frente de batalla, y esto se debe también a la falta de una política de reclutamiento eficaz. Esto ha llevado a una división en el parlamento ucraniano, y por consecuencia, en la misma sociedad ucraniana que se encuentra agotada de recibir a sus hijos y familiares en bolsas de cadáveres.

El caso es que recientemente y según el nuevo comandante en jefe, Oleksandr Syrskyllamaron a filas a un millón de ucranianos para combatir, pero de las que solo 300.000 personas han ido al frente, sin que nadie haya conseguido explicar dónde están esos otros 700.000 hombres y mujeres.

Algunos analistas achacan parte del problema a la falta de claridad del presidente Zelensky y sus militares y gobernantes, que no dan una visión real de la verdadera situación que se está produciendo, ni siquiera sabiendo que número de soldados serían necesarios, y que adolecen además de un falso optimismo sobre la situación que termina por no facilitar ninguna solución.

La falta de tropas es sin duda una crisis estratégica para Ucrania y podría de hecho convertirse en el mayor desafío para el liderazgo de Zelensky desde que comenzó la invasión rusa allá por el 2022. Y es que además se podría añadir el “efecto Afganistán” es decir, que si los futuros reclutas saben que si llega Donald Trump a la casa blanca se les acabarían parcial o totalmente los recursos armamentísticos, podrían no querer meterse en una guerra que a priori podría estar perdida sin el equipo y los medios de Washington. Oleksiy Bezhevets, asesor del ministro de Defensa para el reclutamiento aseguró que ningún hombre en edad de combatir se podría quedar ya en casa. Todo esto teniendo en cuenta ya que desde el inicio de la guerra ningún hombre entre 18 y 60 años podía salir del país.

Zelensky anunció hace escasas fechas el recuento de bajas en los que anunció que habían sido asesinados 31.000 ucranianos desde que empezara la invasión, aunque este número no se ha podido verificar de forma independiente.

Definitivamente no hay que pensar que la situación del frente ucraniano es de “pánico”, ni mucho menos; y tampoco ayuda la fuerte campaña de desinformación rusa que está engañando a mucha opinión pública con los logros obtenidos últimamente en Ucrania, pero es verdad que se le podrían estar “juntando los problemas” a Kiev y, aprovechando el empujón militar ruso de las ultimas semanas, con la falta de soldados para contenerlos, y el titubeo de Occidente en mandar algunos sistemas complejos de armas, Moscú podría obtener una ventaja importante, ya que Rusia solo quiere hacer tiempo hasta que se produzcan las elecciones norteamericanas y Donald Trump, si gana, les corte el grifo a los ucranianos y a Europa.

Otra “película diferente” es la de los extranjeros que están actualmente luchando con Ucrania en el frente, pero esa será otra historia.