La Tetrataenita, el material raro que puede cambiar el futuro de los coches eléctricos

En países como Alemania, Japón y Corea más de la mitad de la población prefiere que su próximo vehículo no utilice diesel o gasolina.

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Los coches eléctricos se están ganando poco a poco el corazón de los consumidores. Según revela un estudio de Deloitte, en países como Alemania, Japón y Corea más de la mitad de la población prefiere que su próximo vehículo no utilice diésel o gasolina. 

Sin embargo, una de las principales barreras para su adquisición es el precio. El 74% de las personas que tienen la intención de comprar un vehículo eléctrico esperan que cueste menos de 50.000 dólares. Algo que supone todo un desafío para la industria automovilística. 

Los motores de los coches eléctricos hacen uso de materias primas escasas y nada baratas de conseguir. Son las llamadas tierras raras, un conjunto de 17 elementos químicos poco conocidos para el común de los mortales entre los que figuran el neomidio, el samario o el disprosio. 

Las tierras raras son también fundamentales en la fabricación de aparatos electrónicos y las energías alternativas. El problema es que estos recursos también son finitos y su obtención es costosa. De ahí que cada vez sean más los grupos de expertos que buscan alternativas. 

Una de las alternativas a las tierras raras que está ganando fuerza en la industria de la automoción es la tetrataenita, un mineral que se descubrió el siglo pasado en un meteorito, que cuenta con una estructura muy particular que le otorga propiedades magnéticas. 

Fabricada en laboratorio 

El problema es que necesita millones de años para formarse de manera natural y solo ha sido localizada hasta la fecha en fragmentos de roca extraterrestre. Pero todo podría cambiar a partir del trabajo de un grupo de investigadores de la Universidad de Cambrigde, que han conseguido fabricar, de forma más o menos simple, tetrataenita en el laboratorio. 

Los investigadores has especificado que esta tetrataenita podría sustituir a los imanes que se emplean en los coches eléctricos, aunque todavía no han podido confirmar si su teoría es del todo cierta. En este punto, según informa Autobild, están buscando la colaboración de fabricantes de imanes para poner a prueba sus avances que, de ser ciertos, podrían revolucionar la fabricación de los coches eléctricos.