Pilar Rangel

Opinión

Rusia en Mali, ¿un desafío para Europa?

Experta en Terrorismo Internacional y en la lucha contra Daesh.

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Los mercenarios de Wagner se presentan bajo el nombre formal de "instructores" o "entrenadores" rusos.
Los mercenarios de Wagner se presentan bajo el nombre formal de "instructores" o "entrenadores" rusos.

Aunque las autoridades malienses niegan la presencia de Wagner en Mali, Naciones Unidas ha confirmado su presencia, así como el propio AFRICOM, que a principios de febrero volvió a confirmar este hecho. Según el general Stephen Townsend, Bamako pagaría diez millones de dólares al mes "por los servicios de Wagner”. Esto además de lo que sucede en paralelo en otros muchos países africanos, en los cuales están presentes como podemos ver en la infografía.

Mercenarios rusos en África.
Mercenarios rusos en África - AFP.

Hay que recordar que los mercenarios de Wagner nunca son calificados como tales, sino que se presentan bajo el nombre formal de "instructores" o "entrenadores" rusos quienes, en realidad, son auténticos peones de la estrategia de Rusia en el exterior a pesar de que el propio Putin niegue su vinculación.

Como línea general hay que decir que el apoyo ruso a los movimientos golpistas africanos va dirigido contra el imperialismo occidental, y su articulación con los discursos anti neocoloniales africanos como los del primer ministro Choguel Maïga en Mali.

Si analizamos que ocurrirá después de la salida de Francia de Mali el primer efecto que se producirá será probablemente el aumento de mercenarios rusos en Mali, así como un crecimiento de la violencia y del terrorismo yihadista en la región que también salpicará a países vecinos.

La situación no puede ser peor para el Sahel con la retirada de Francia de Mali, la llegada de Rusia y la ausencia de Estados Unidos, al menos de forma oficial.

Sobre la presencia de la Misión de la UE todo dependerá de lo que decida el gobierno de Bamako y las autoridades europeas. Aunque todo parece apuntar que no continuará si tienen que trabajar con los instructores rusos, como ocurrió en República Centroafricana.

Igualmente hay que analizar cuál será la posición de los grupos armados del Norte de Mali firmantes del acuerdo de paz de 2015; si se encargarán de garantizar la seguridad del norte del país junto al ejército maliense y sus auxiliares rusos.

Evidentemente la situación en el país no es la misma con la salida de Barkhane y Takuba y la llegada de los rusos. Por otra parte, esta salida da vía libre no solo para la entrada de Rusia sino también de China llenando todos los vacíos dejados por Francia y la UE.

Sin embargo, el número de contratistas rusos no es comparable con lo que fue la presencia militar francesa en estos años atrás, por lo que es muy cuestionable si su estancia hará que mejore la situación de seguridad de Mali y si se producirá un empeoramiento de la situación de los derechos humanos.

Se puede cuestionar a Francia por haber pensado que el yihadismo podía ser erradicado esencialmente por las armas, aunque el problema es comunitario y político, y también está vinculado a cuestiones de pobreza y desarrollo. Sin embargo, es muy cuestionable la capacidad de los rusos para hacer frente a una amenaza yihadista que ni Francia ni Naciones Unidas han podido eliminar, y  donde los yihadistas seguramente podrán adaptarse a su presencia.

Para la UE es cuestión primordial asegurar su frontera sur frente al avance en toda África de países como Rusia, China o Turquía, especialmente en el Magreb y el Sahel.

Para España es imprescindible continuar con la misión de adiestramiento de la EUTM Mali en la que participa de forma activa, ya que el Sahel es una zona de interés prioritario para nuestra seguridad al ser nuestra frontera avanzada.

Si Rusia consigue implementarse en el Sahel tendrá el control de todos los tráficos ilícitos que salen hacia el sur de Europa, incluido el de personas, lo que podría ser considerado como un caso de guerra híbrida.

A nivel geoestratégico hay que recordar que en este escenario Rusia no solo habría ganado la guerra a Occidente, sino que iría a por otro triunfo más: la creación de un gaseoducto que iría desde Nigeria hasta Argelia atravesando todo el Sahel, que ya empieza a estar en manos rusas.

Y habría que plantearse también si podría empezar a producirse un cambio de estrategia de Rusia en África apoyando a China frente a Occidente.

Evidentemente el objetivo final de Rusia sobre Europa es aniquilarla realizando lo que parece una maniobra envolvente desde el flanco este al flanco sur, como viene haciendo en los últimos años frente a la torpe respuesta europea.

Es por ello por lo que cada vez más es necesaria no solo una política exterior común europea sino también un ejército europeo propio frente a este tipo de amenazas donde los intereses de la OTAN no siempre son los intereses de Europa, tal y como estamos viendo con lo que está ocurriendo en el flanco Sur, que queda fuera de su orbita frente a la amenaza híbrida rusa.