Comienzo y acabaré con dos frases que se atribuyen a Charles Maurice de Talleyrand, ministro de exteriores de Napoleón.
La primera, "Cuando me examino siento desolación, cuando me comparo siento consolación".
No encuentro mejor frase para introducir el “Informe sobre la Criminalidad en España en 2022”, elaborado por la Secretaría de Estado de Seguridad hace unos meses en relación al pasado año.
Informe sobre la cibercriminalidad en España 2022 (PDF)
Si empezamos con cifras, y el informe te detalla que en 2022 se registraron más de 375.000 infracciones penales en el ciberespacio, que significaban un aumento del 22,9% respecto a las cifras del año 2021 y un 72% más que las registradas en 2019.
Y que de las 2.325.358 infracciones penales registradas entre enero y diciembre de 2022, 375.506 corresponden a delitos cibernéticos, es decir, el 16,15% de los delitos cometidos, y que aumenta ese porcentaje cada año.
Y cuando el propio Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), señala que España es el tercer país del mundo que más ataques recibe, tanto en ámbito público como privado.
Más de 118.000 incidentes en materia de ciberseguridad a empresas y particulares en 2022, 9% más que en 2021, un porcentaje que en este 2023 sigue su tendencia ascendente.
El mundo ciber no es un espacio físico, es el primer espacio creado por el ser humano, sin límites, sin reglas y en un intento de legislación cambiante a diario donde continuamente surgen nuevas agresiones y tipos delictivos, lo que me recuerda, para finalizar, la segunda frase de Tayllerand: “Cuando algo es urgente ya es demasiado tarde”.